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Las afecciones del Canal de Navarra en el medio ambiente y la caza

carretera  © adecana

Mucho se habla del impacto económico y social que va a generar el Canal de Navarra, pero nada se dicte ni se ha previsto respecto al brutal impacto medioambiental que ello iba a generar en la biodiversidad de Navarra y de sus especies.

Si acudimos a la declaración de impacto medioambiental que se hizo en su día (ADECANA en su día revisó las 40 cajas de la misma para comprobarlo), podemos comprobar que poco o nada fue previsto respecto a la transformación medioambiental que ello iba a generar y las especies que pudieran resultar afectadas. Únicamente algo referente al bando de avutardas que existe en Navarra, y poco más. Nada respecto a la división de Navarra por una obra totalmente impermeable al paso de la fauna, ni impacto en el resto de especies de la fauna esteparia, o el importante aumento de jabalíes que se están instalando en los regadíos, con los problemas de accidentes, daños a la agricultura, y control de los mismos que ello está ocasionando.

En lo que respecta a la caza menor, el impacto es enorme, siendo afectadas especies de la fauna esteparia como la perdiz, o en mayor medida la liebre, las cuales van a disminuir por ello. Si acudimos a los Planes de Ordenación de los cotos que están siendo afectados por ello, a pesar de que gran parte del territorio de secano se está convirtiendo en regadío, y con ello una disminución muy importante de los terrenos aptos para la caza, ADECANA critica que en los conteos de los índices kilométricos de abundancia se siguen considerando de forma global respecto a todo el territorio, con la disminución del numero de días hábiles para su caza, amén de que por ello se van a tener que modificar los POC de muchos acotados, con el incremento de costo que ello va a suponer a las sociedades de cazadores.

Centrándonos en la caza mayor, nos encontramos con que a muchos cotos de la zona centro y sur que se dedicaban a gestionar especies de caza menor, por obra y mor de esta gran obra pública, les han transformado de forma brutal el hábitat de secano que antes tenían, creándose mares y mares de maizales plantados hasta el borde de estrechas carreteras donde campan a sus anchas manadas de jabalíes, los cuales no sólo son atropellados en las carreteras, con los daños materiales y personales que con ello se ocasionan, sino que causan cuantiosos daños en los cultivos, reclamándose ambos a unas sociedades de cazadores que están intentando reducir el número de ejemplares que «artificialmente» la administración les han traído a estos lugares.

A ello le tenemos que sumar la dificultad que supone el cazar los jabalíes en estos «mares» de maizales, donde es muy difícil sacarlos. Por ello, va tener que ser necesario que preceptivamente el Gobierno de Navarra obligue a dejar entre ellos cortafuegos donde se les pueda disparar, o impedir, como se hace en Francia, que los jabalíes puedan acceder a los regadíos mediante pastores eléctricos, o barreras de otro tipo.

Desde ADECANA instamos al Gobierno de Navarra a que ponga los medios para eliminar o minimizar los problemas medioambientales que están generando la implantación de estos regadíos en la zona regable del Canal de Navarra.

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