Nacional

MIEDO A LA LIBERTAD

Desde  hace muchos años los cazadores venimos clamando, mayoritariamente, por el derecho a autogestionarnos y ser los responsables de nuestros actos.

escudo-1-211x300En Aragón hemos logrado unas importantes cuotas de autogobierno. Nuestra normativa nos concede un marco lo suficientemente amplio para que, sin rebasarlo nunca,  nos podamos  mover con libertad. Creo que una abrumadora mayoría  de los cazadores aragoneses estamos orgullosos y satisfechos de nuestra situación.

Sin embargo, a raíz de nuestro reciente Consejo Autonómico de Caza, en el que la FAC expuso sus propuestas que, fiel a su programa electoral, sigue empeñada en que sean los titulares de los cotos los que decidan como se quieren gestionar, se han levantado  voces de varias asociaciones (ACE, UNAC, ADECANA), curiosamente, una de ellas  con escasísima implantación en Aragón y otras dos con ninguna, que cuestionan dicha libertad. A las dos primeras ya les hemos contestado. De la nota de prensa de ADECANA agradecemos su tono educado. Nos sorprende tanto su despiste, ya que en el Consejo se propuso una reducción de fechas con respecto a las de la temporada anterior, como su intromisión en asuntos de una autonomía que no es la suya. Yo no estoy de acuerdo en algunas normas que se aplican en Navarra, pero jamás me permitiré expresarlo públicamente por un fundamental respeto a los demás. Ya somos mayorcitos para que vengan a tutelarnos y decirnos, desde fuera, lo que tenemos que hacer los aragoneses.   Dan por hecho que la desaparición de los precintos  se convertirá en un libertinaje y que supondrá la extinción del corzo en la Comunidad Aragonesa. Nada más lejos de la realidad. La supresión de precintos, que existen hace muy pocos años, no significa, en absoluto, que se vaya a cazar sin control. Los titulares de los cotos expenderán una autorización nominativa en la que constarán los días de caza y los ejemplares a abatir en los mismos. Una vez terminada la cacería con éxito, el mismo titular o persona en quien delegue  le darán al cazador una guía en la que conste el día y el número de ejemplares abatidos legalmente,  que transporte. Este sistema da un control mucho mayor al titular y dificulta, de manera importante, la picaresca en la transmisión de precintos.

El corzo no es, en absoluto, una especie en peligro de extinción, sino todo lo contrario. Para mi la intervención de la Administración se debe limitar a especies en peligro y a las migratorias. En las especies sedentarias el titular del coto recibirá el premio a su buena gestión con un aumento de sus posibilidades cinegéticas. En el caso de hacerlo mal su actuación llevaría implícito el castigo de tener que cazar menos o incluso el no  poder hacerlo. Esta libertad y unos periodos amplios de caza, son medidas de fomento que incitan a los titulares a hacer una mayor inversión en esfuerzo y dinero para optimizar las poblaciones de su coto. Esto vale tanto para la caza mayor como para la menor.

No me parece justo, ni aceptable dar por hecho que los titulares de los cotos son unos inconscientes con un toque delictivo. Creo que nadie debe tener miedo a la libertad y desde luego en Aragón no lo tenemos.

Agradeciendo mucho el interés que manifiestan por nuestra Comunidad, les rogamos que, por favor, no se dediquen a barrer en casa ajena.

Fernando Tello del Hoyo

Presidente FAC

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