Algunos viticultores de la comarca del Bierzo habrían comenzado a interponer denuncias contra varios cotos de caza de la zona –y en concreto, contra el de Villafranca del Bierzo- por considerarlos responsables directos de la plaga de conejos que está causando daños en las vides de la zona.
Estas denuncias buscarían que los cotos de caza pagasen indemnizaciones por los daños en los cultivos vitivinícolas. En declaraciones al periódico InfoBierzo.con, el presidente de la Denominación de Origen Bierzo, Alfonso Arias, asegura que el colectivo que representa está «harto» de que los cotos de caza no hayan adoptado las medidas para intentar paliar la superpoblación de conejos de la comarca.
Arias se refiere al anuncio que recientemente hacía el Delegado Territorial de la Junta en León, Guillermo García, quien dio a conocer que la Junta permitirá cazar todo el año para poner freno a la plaga de conejos, además de emitir autorizaciones para el desbroce fincas y otras medidas similares. Al parecer esas medidas no habrían sido tomadas ni por el coto de Villafranca del Bierzo ni por el de Cacabelos, pero sí por otros como el de Toral.
Se estiman en 100 las hectáreas de viñedo afectadas por los conejos en los últimos cuatro años. En muchos casos se trata de vides de gran longevidad y calidad, lo que supone una pérdida irreparable para los vitivinícolas bercianos.
Arias asegura que los agricultores «no tenemos nada en contra de que se practique el deporte de la caza, que es un sano deporte y de paso, ayuda a controlar la población de esta especie cinegética», pero que están cansados porque «han pasado 50 días y no se desarrollan esas medidas». «Tenemos, sencillamente, viñedo y queremos trabajar y apostar por esta Comarca y por esta tierra», sentencia Arias.
Asimismo, los agricultores han elevado quejas al Delegado Territorial al respecto de que los conejos culpables de los destrozos pertenecen a una raza foránea que produce graves daños y que de alguna manera aniquila la fauna tradicional berciana. Se trataría de un lepórido, aseguran, con unos hábitos alimentarios absolutamente diferentes con el tradicional berciano, que siempre ha convivido con la agricultura (viticultura, fruticultura, y horticultura) de esta comarca leonesa.
