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En Caza y Safaris Delibes, reclamo, rececho y, como no, monterías

El último coto de Miguel Delibes
Vuelve Jorge, en este ya casi segundo aniversario de la marcha del Maestro, a llevarnos de la mano, con él, de caza por los paramos castellanos que recorriera en sus últimas correrías cinegéticas… por el coto de El Bibre.
Salida 195 de la A6, Vega de Valdetronco. Acabo de aparcar el coche. No son aún las 11:30 horas de este sábado de final de verano en el que el sol llega a caldear en exceso el coche si no pones el aire acondicionado. En la calle se está en la gloria. Incluso prefiero llevar un jersey fino para mi recorrido por el coto El Bibre, de Jesús María Reglero, el hijo de Genuino. Son ya muchos años los que llevo investigando a Miguel Delibes, y Jesús María Reglero es uno de esos personajes de carne y hueso que aparecen en su narrativa. Me interesa enormemente lo que me vaya a contar.

De rececho en Tinajones
A veces, no hay que irse muy lejos para disfrutar de todo lo que la caza te puede ofrecer. A veces, lo que encuentras en la lejanía y el exotismo, lo puedes también hallar en tierras bien próximas y muy cercanas. Entre altivos olivos, de los aceituneros de Jaén, y generosas uvas manchegas, de los lugares por los que anduvo D. Alonso Quijano trocado en caballero andante, y su cronista no quiso acordarse… se esconde uno de tantos paraísos habitados por la naturaleza y el hombre. En las lindes entre Ciudad Real y Jaén, entre Andalucía y Castilla, la manchega, se esconde Tinajones, un buen sitio para bien cazar.

Reclamo. La reina de las controversias.
Carlos Enrique López es un cuquillero de reconocido prestigio, en esta su primera –y brillante– colaboración en Caza y Safaris, aprovecha la coyuntura para incidir en la problemática que rodea esta, no pocas veces, incomprendida modalidad, la reina de las controversias.

Panorama montero. Últimos coletazos de la temporada
En apenas tres semanas echamos el cierre a una temporada que ha sido tan peculiar como apasionante en todos los sentidos. Peculiar porque, económicamente, en realidad se ha hecho crack con muchas monterías suspendidas, celebradas con menos puestos o vendidas a un precio por debajo de su valor. Y apasionante porque es difícil recordar una temporada con tanta calidad, tantas monterías buenas y tantos resultados tan sobresalientes. Como siempre, se han dado patinazos, pero, al haberse suspendido tantas monterías, obviamente han sido las de más riesgo las primeras en no completarse o no celebrarse. Aprovechen que quedan tres semanas de caza y un buen número de buenas monterías por celebrar. ¡Qué después… siete meses se hacen muy largos!

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