Internacional

Furtivos tanzanos usan melones envenenados para obtener marfil de elefantes

En la naturaleza, los melones y las calabazas son un manjar para ciertos animales salvajes, y especialmente para los elefantes. El problema es que los furtivos los usan para atraerlos y matarlos. Un melón mezclado con veneno es capaz de matar a un elefante en cuestión de minutos.

Recientemente, una patrulla de rangers de Ngorongoro (noreste de Tanzania) detuvo a cuatro furtivos por la presunta acción de matar elefantes con calabazas y melones envenenados. Fueron detenidos en el mes de junio en la aldea de Mbulumbulu del distrito de Karatu, cerca del área protegida de Ngorongoro.

Este es el tercer incidente de presuntos furtivos que utilizan veneno para matar animales. En abril de este año, cuatro sospechosos fueron detenidos en la aldea de Mangola con melones y calabazas envenenados.

Recientemente un elefante cayó y murió en la entrada del parque y se encontraron los cadáveres de otros 14 cerca en el Parque Nacional del Lago Manyara. Se cree que todos han sido envenenados.

«La caza furtiva del elefante ha entrado en una nueva fase mortal, en el pasado era más fácil para los guardas dar caza a los furtivos que iban armados, pero la nueva idea de usar el veneno puede ser muy difícil de contener», dijo Adam Akyoo, portavoz del parque de Ngorongoro.

Aldicarb, posible sustancia empleada
El veneno, según un informe de un funcionario del gobierno, ha sido descrito como Aldicarb, que se comercializa como «Temik» y que pertenece al grupo de plaguicidas de los carbamatos. Recordarán que los pastores masais han usado el pesticida Furadan (otro carbofurano) para envenenar a los leones que devoraban su ganado.

El Aldicarb se encuentra en la lista de la Organización Mundial de la Salud y de la Agencia de Protección del Medio Ambiente entre los productos químicos cuyo uso está fuertemente restringido e incluso prohibido en algunos países. Sin embargo, se vende en Tanzania o en el Norte de Kenia libremente, porque el lote del primer producto químico procedía de un minorista en Babati-Manyara mientras que el segundo se descubrió que se vendió en una tienda de Usa-River, en el distrito de Meru.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.