Internacional

Kenia construye un laboratorio genético contra el furtivismo

Moses Otiende explica al fiscal general Githu Muigai (centro) y la directora ejecutiva de la Fiscalía, Dorcas Oduor, alguno de los elementos que compondrán el laboratorio final.
El Servicio de Medioambiente de Kenia (Kenya Wildlife Service, KWS) ha encargado la construcción de un laboratorio forense y de análisis genético, cuyo trabajo servirá para recabar pruebas en casos contra furtivos de carne, colmillos de elefante y otros productos. El coste del laboratorio –que se levantará en la sede central del KWS en Nairobi– asciende a 60 millones de chelines keniatas (582.807euros).

Al acto de colocación de la primera piedra, celebrado el pasado 13 de agosto, asistió el Fiscal General de Kenia, Githu Muigai, quien señaló que el nuevo laboratorio va más allá del límite actual para recoger pruebas válidas ante los Tribunales y que la ciencia provee de evidencias que ayudarán a los magistrados a determinar la verdad. Asimismo, Muigai adelantó que la nueva legislación keniana en materia de flora y fauna «se encuentra en un estado muy avanzado y pronto será presentada ante el Parlamento».

Por su parte, el director del KWS, Julius Kipng’etich, señaló que el laboratorio científico supone un punto de inflexión para mejorar las investigaciones de su departamento. Según el máximo responsable del KWS, el laboratorio asistirá con pruebas científicas –de especial valor serán los análisis de ADN– al Departamento de Investigación Criminal cuando los furtivos sean detenidos. «La Universidad de  Washington hacía esta tarea [el análisis genético] por nosotros, pero nos veíamos obligados a viajar a Estados Unidos cada vez que se requería; pero ahora seremos capaces de diferenciar entre carne de mono, perro, gacela y cualquier otro animal», aseveró Julius Kipng’etich.

Cuando esté acabado –hacia final de año, según las autoridades keniatas– estas instalaciones serán las únicas de su categoría existentes en todo el Centro y Este de África.

El cruce ADN, clave para obtener pruebas contra los furtivos
Hasta ahora, y pese a las capacidades de inteligencia e investigación del KWS, había en todos los casos un hándicap grande a la hora de tener evidencias legales contundentes para incriminar a los furtivos ante los tribunales. Sin embargo, con el establecimiento de este laboratorio forense y genético, que empleará las más modernas técnicas en análisis de ADN, estas dificultades quedarán solventadas, ya que será posible, entre otras cosas, conectar trofeos o carne de animales salvajes incautados con acciones concretas de furtivismo.

También los científicos que trabajen en estas instalaciones ayudarán a evaluar el estado genético de poblaciones salvajes que estén en situación de regresión, así como determinar grupos de animales aislados con genes especiales y que requieran de especial protección. Igualmente, servirá para mejorar el diagnóstico, la vigilancia y monitorización de enfermedades en la fauna salvaje.

Moses Otiende, biólogo molecular que trabaja con el KWS, explicó que cuando se detenga a un furtivo, las muestras de carne, marfil o cuerno de rinoceronte que tenga serán llevadas al laboratorio, analizadas y comparadas con muestras obtenidas en el lugar donde se hayan abatido animales de manera ilegal. «Analizaremos y compararemos el ADN y los resultados serán incorporados a las investigaciones», señala Otiende. De este manera, los furtivos tendrán más difícil escapar de la Justicia por falta de pruebas concluyentes.

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