Caza Menor

Fichas de caza. Una herramienta de gestión para cotos de caza menor

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Si consideramos la caza como un aprovechamiento sostenible de un recurso natural, es necesario conocer el total de individuos cinegéticos que habitan nuestro acotado. Para ello existe un conjunto de técnicas censales que nos permitirán realizar una estimación de la abundancia y, por tanto, calcular el cupo cinegético.

Estas estimaciones se realizan normalmente en primavera, sobre todo en perdices, cuando se produce el emparejamiento de los congéneres además de que son más activas.

Este cálculo estimatorio de abundancia de poco serviría si no se corroborara con sucesivas observaciones de las poblaciones en los momentos de anidamiento, cría y, sobre todo, tras el periodo estival, en el que se formarán los bandos suprafamiliares que nos animan cinegéticamente antes de empezar las ansiadas jornadas de caza.

359 - Fichas de caza (5)Toda esta teoría censal lleva aparejada una cierta carga estadística, que puede hacer recelar e incluso rechazar a gestores, presidentes de juntas, etcétera… pero existe una metodología sencilla, clara y muy precisa de conocer como están las poblaciones cinegéticas de nuestros acotados. Son las llamadas fichas de caza y fichas de campo.

La información aportada por los datos de caza puede ser de gran relevancia para la gestión de los cotos y para el seguimiento de actuaciones realizadas con anterioridad. Para ello, es necesario concienciar al cazador que forma parte de esos cotos de que es la pieza capital de esta estrategia de gestión y que sin su colaboración todo nuestro esfuerzo es inútil.

Los datos de caza

La recogida de datos debe estar sistematizada para que pueda ser aprovechada, evaluando caracteres diferenciadores y que aporten información válida.

Los datos de caza son importantes para la gestión cinegética por determinadas razones:

-Nos dan información de las variables individuales y poblacionales de las especies cinegéticas en nuestro coto.

-Son muy baratos, sólo es necesario crear un modelo de recogida de información.

-Implica más activamente a los cazadores y guardas, haciéndoles partícipes de las labores de gestión. Esto necesita muchas horas de charlas, explicaciones, atenciones, etcétera…

Para que los datos sean de utilidad y se puedan trabajar de forma lógica, deben ser obtenidos mediante unas fichas sencillas, pero completas, que nos aporten de forma clara la información que deseamos, pero sin que supongan un engorro a los cazadores, ya que se favorecerá el éxito de la actividad.

Fichas de caza

Mediante las tablas o fichas de caza somos capaces de obtener información sobre los siguientes aspectos:

359 - Fichas de caza (6)1.- Estimas de abundancias relativas, recogiendo los siguientes datos:

-Número de piezas abatidas totales.

-Capturas medias cazador/día.

-Número de capturas por unidad de superficie.

-Número total y por especies capturadas por temporada o anualmente.

Con toda esta información, y sabiendo que existen variables que no pueden ser cuantificadas –como la experiencia de los cazadores, la distribución espacio temporal del esfuerzo cinegético y de las propias poblaciones animales, selectividad de la captura–, nos permite calcular diferentes parámetros:

Índices de abundancia relativa, ya que el propio cálculo de capturas por unidad de superficie nos permite comparar este valor un año con otro.

Cálculo de los tamaños poblacionales, como sistema de certificación de los cálculos establecidos anteriormente a través de los diferentes métodos de censo existentes.

Evolución de las poblaciones a través de los años, certificando la eficacia de la ordenación planteada y su posterior gestión.

359 - Fichas de caza (2)2.- Datos de la estructura y productividad de la población, observándose los siguientes datos:

-Número de machos/hembras

-Número de jóvenes/adultos.

Se supone que los cazadores son totalmente capaces de determinar el sexo y la edad (jóvenes o adultos) de las piezas abatidas, y si no es así, se deberá aportar información a través de charlas o folletos, que expliquen de forma clara los sistemas para su determinación.

Con toda esta información se pueden conocer los siguientes aspectos:

La relación de sexos: proporción de machos y hembras expresados en tantos por uno o por porcentajes. Son importantes, ya que nos da información de la situación reproductora de las especies a estudio.

La relación de edades: proporción de jóvenes y adultos, expresados en tantos por uno o por porcentajes. Importantísima en caza menor, ya que nos indica el nivel de productividad anual. Se debe observar que la renovación poblacional en las especies de caza menor es casi anual. Imaginar una perdiz que supere tres o cuatro temporadas de caza es complicado.

Reclutamiento: número viable de jóvenes que llega a la temporada de caza. Se calcula como el número de jóvenes por hembra y nos permite calcular el aprovechamiento cinegético a realizar.

Las dos relaciones explicadas anteriormente tienen unas características que deben ser conocidas para su correcta aplicación:

-El correcto reconocimiento de sexos y edades, ya considerado anteriormente.-Tamaño de muestra elevado para poder interpretar correctamente una posible desviación de sexos o edades.

-Carácter selectivo de las capturas en algunas de las especies, tanto por sexos (machos de perdiz roja permanecen más tiempo aislados; en liebre la selectividad hacia las hembras con los galgos, al tener menor resistencia al final de temporada debido a su gestación; y los conejos machos al usar menos la madriguera y ser más vulnerables a la escopeta), como por edades (más adultos que jóvenes en perdices rojas y lo contrario en el caso de los conejos).

En cuanto a la caza menor, el parámetro más importante es la relación de edades, como ya hemos comentado, y en este sentido se han establecido unos parámetros de seguridad, por debajo de los cuales se hacen necesarias unas actuaciones drásticas en el ejercicio de la caza. Los parámetros más aceptados para las especies más relevantes se pueden ver en la tabla superior.

359 - Fichas de caza (8)3.- Datos de la fenología reproductora: es una información complementaria que nos ofrecen las piezas abatidas, que nos permite determinar la fecha aproximada del nacimiento de los jóvenes en nuestro coto, la duración de los periodos de cría y la aparición de fenómenos de segundas puestas o nacimientos tardíos.

Todo ello nos permitirá adecuar nuestra gestión a determinados periodos del año y a variar cualquier actuación por los imprevistos que puedan suceder. Se puede obtener información a través de tablas de secuenciación del crecimiento de las plumas de vuelo de las alas, permitiendo calcular la edad del individuo en días.

4.- Estado sanitario de los animales capturados. Indicando si es posible peso y deduciendo a simple vista la existencia de individuos enfermos.

Modelos de fichas

Como hemos explicado, para conseguir toda esta información, es necesario establecer un modelo sencillo de ficha que, aunque varíe el formato al presentado, señale los aspectos reseñados en la ficha de la pág. 47.

Ficha de campo

Otra herramienta que los gestores podemos utilizar en el coto es la ficha de campo, que aporta la misma información que la de caza, pero en este caso es realizada por los guardas y sin que se produzca la captura, sólo a través de la observación directa.

359 - Fichas de caza (4)Durante los trabajos rutinarios de campo, se realizan numerosas observaciones, que si se recogen y tratan adecuadamente, se convierten en datos válidos para la gestión. El modelo de ficha puede ser muy parecido al anterior, con la característica que se puede ir variando a lo largo del año, dependiendo de la información a buscar y del periodo fenológico de las poblaciones cinegéticas o de la vegetación.

 

Por lo dicho hasta ahora, si somos capaces de obtener toda esta información planteada, es fácil entender que el conocimiento de nuestro coto, de las poblaciones cinegéticas y de su desarrollo a lo largo de la temporada, para poder compararlo con las anteriores o las venideras, es relativamente sencillo, por lo que la utilización de estas herramientas debe ser uno de los principios de gestión en los cotos de caza menor.

Bibliografía:

-Covisa, Justo 1998. Ordenación cinegética: proyectos de ordenación y planes técnicos. Cinegética y Naturaleza Ediciones.

-Lucio, A. 1991. Ordenación y gestión en caza menor. Manual de ordenación y gestión cinegética. IFEBA. Institución Ferial de Badajoz.

-Peiró Clavel, Victoriano 1997. Gestión de recursos cinegéticos. Alicante: Universidad.

 

Por Juan Poblador Cabañero / Biólogo. Profesor Gestión Cinegética CPR EFA Oretana.

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