Una Crónica de Carlos Casilda Con la impotencia por el resultado de la jornada anterior, se afrontaba ésta jornada con la ilusión de poder resarcir a los monteros, todo estaba a favor, el día estupendo, con una temperatura muy agradable para estas fechas, una mancha pequeña, cómoda y querenciosa para las reses, donde además estábamos contando cantidad de ellas en los comederos, a pesar de estar ya muchos belloteando y no entrar a los mismos, una propiedad implicada con la caza.