El representante de los ganaderos en el Parque de Picos de Europa, José Antonio González, ha apuntado esta semana un pronunciado descenso de los ataques de lobo en lo que va de año 2014 que, si bien solo cuenta con datos aproximados, demostraría, a su juicio, que se siguen haciendo batidas aunque no se anuncien públicamente.
Según los cálculos con los que cuenta el colectivo, frente a los más de 400 ataques contabilizados por los ganaderos (no todos son reconocidos por el Gobierno asturiano) en todo 2013 en el territorio del parque, en lo que va de 2014 apenas sobrepasarían los 60. En el territorio perteneciente al concejo de Cangas de Onis, donde él trabaja, van en 2014 una decena de casos, mientras que en 2013 se contabilizaron 165.
Estos datos, según González, demostraría que «algo se está haciendo, por lo que la Administración, cuando quiere puede hacer algo», ha señalado. Lo ha declarado al respecto de la nueva Ley de Parques Nacionales que está preparando el Gobierno central, y que el ganadero cangués ha criticado duramente, precisamente por no ofrecer «ninguna solución» a los tres principales problemas que aquejan al colectivo al que representa: controles poblacionales del lobo, quemas controladas de rastrojos y desbroces.
González ha explicado que los ganaderos están estudiando aún qué posibles respuestas dar al proyecto de ley que confía en que se mejore. «Está demostrado que la Administración puede hacer muchas cosas cuando quiere», ha comentado. Sin embargo, en lugar de «hacer algo», lo que hacen «es ponernos cada vez más restricciones».
Ha insistido que con esta ley, la figura del Parque Nacional de Picos de Europa sigue perjudicando a los ganaderos, y ha aprovechado una vez más para recordar que el sector recibe las mismas ayudas dentro y fuera de este territorio protegido. «No estamos más subvenciones por tener a nuestro ganado dentro de los márgenes del parque, como mucha gente cree», ha dejado claro.
