En la prensa

“La introducción de corzos en una finca de Asturias ha provocado una epidemia”

María Patrocinio Morrondo, catedrática de Parasitología y Enfermedades Parasitarias de la Facultad de Veterinaria de Lugo, ha desarrollado un estudio sobre un tipo de larvas que infectan a los corzos españoles, y que comenzaron a extenderse desde Asturias. Aunque no es mortal por sí sola, la epidemia está diezmando las poblaciones de corzos, afectadas también por otras enfermedades, como confirma el departamento de Investigación de Sanidad Animal de Galicia.

.-¿Los corzos se enfrentan a una nueva epidemia?

Se enfrentan a una infección provocada por las larvas de un tipo de mosca, la moscarda del corzo. Ponen los huevos en los ollares de los animales, y cuando crecen bajan hasta la tráquea y la garganta.

.¿Es mortal?

No causa necesariamente la muerte, pero dificulta la respiración. Provoca que tengan menos capacidad para huir de los depredadores, lobos por ejemplo, y además se combina con otros problemas. Si la larva baja hasta el pulmón, provoca neumonía, y entonces sí se producen muertes.

.-¿La epidemia afecta a todo el país?

Sí, desde Galicia a Castilla y León, y también Asturias, donde posiblemente comenzó la epidemia.

.-¿Cuántos animales sufren la infección?

Más del 50%. Y el porcentaje sigue en aumento.

.-¿Saben cómo se originó?

La hipótesis más probable sitúa la infección en Asturias.

.-Pero, ¿de dónde vienen las larvas?

Las poblaciones europeas siempre han tenido este problema. Probablemente, se introdujeron corzos infectados, traídos de otro país.

.-¿De forma ilegal?

No lo sabemos ni corresponde al ámbito de la investigación. Es posible que alguien importara los animales para tenerlos en una finca y repoblar con ellos. Está claro que no pasaron los pertinentes controles veterinarios, y acabaron infectando a los demás y extendiendo la epidemia por todo el país.

.-¿Se puede rastrear cuándo comenzaron los contagios?

Tenemos análisis de sueros de medio millar de corzos, estudiados desde el año 2000. Entonces no había rastro del parásito. Se produjo después.

.-¿Por qué cree que se ‘importaron’ corzos cuando la población era abundante?

Hace una década o más, no había tantos corzos como ahora, estaban en declive. A alguien le pudo interesar repoblar un coto de caza o una finca.

.-¿Puede erradicarse la enfermedad?

Es muy difícil. Cuando el animal estornuda, expulsa las larvas y se inicia de nuevo el ciclo. Y, si son abatidos, los cazadores acostumbran a cortarles la cabeza para conservar el trofeo. Las larvas se pueden observar a simple vista, y suelen quedar en el lugar de la cacería. O incluso pueden llegar de un monte asturiano a un taxidermista de Valladolid, tras una cacería. Para frenar el contagio, habría que quemar las larvas o destruirlas de algún otro modo.

.-Los cazadores, ¿están colaborando?

Muchos ni conocen el problema. Las administraciones tienen que ponerse en contacto con las asociaciones, e informar también a los guardas de los parques naturales y los cotos, para que quemen las larvas.

.-¿Es posible tratar a los animales?

No podemos controlar el tratamiento en la fauna salvaje. Algunos expertos proponen introducir medicamentos en los comederos, o en bolas de sal, que se dejan en el monte para que los corzos las coman. Pero no podemos saber si se toman una dosis, tres, cinco o ninguna. Es muy poco eficaz, y tiene otros problemas.

.-¿Cómo cuales?

Los corzos han desarrollado una resistencia a tratamientos contra la sarna, y también podrían hacerlo en este caso. Al final, acabarán adaptándose por si solos, pero mientras tanto las poblaciones de corzos están siendo diezmadas.

.-¿Cuántos han muerto?

Es imposible saberlo con exactitud, ya que no hay estudios ni censo. Pero un animal que no puede correr, que tiene la garganta llena de larvas, está mucho más débil y es vulnerable. Tampoco sabemos cuántos son atropellados, o abatidos por furtivos.

.-Antes mencionó otros problemas.

El más grave es la sarcocystis, otro parásito. Provoca quistes en el esófago, el diafragma y sobre todo el corazón. Si a las larvas que dificultan la respiración, sumamos quistes cardíacos, la posibilidad de muerte se multiplica.

.-¿Cómo se atajan los quistes?

Evitando que el corazón y las vísceras queden en el monte después de una cacería. Si se dejan al aire libre, pueden ser comidos por los perros de caza, lobos, zorros, cuervos, buitres, y otros carnívoros y carroñeros. En sus deposiciones, dejan los quistes en la hierba, que a su vez comen los corzos, y la enfermedad vuelve a empezar.

.-Estas enfermedades, ¿pueden transmitirse al ser humano?

No. No hay transferencia posible. Pero sí hay que tener en cuenta a las garrapatas, que también afectan a los corzos. Pueden transmitir patógenos que si pueden afectar al hombre.

vía “La introducción de corzos en una finca de Asturias, ha provocado una epidemia” | AsturiasDiario.

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