En la prensa

IREC: «La ciencia ecológica nos ayuda a entender la importancia del papel del hombre como cazador»

IREC Jorge Casinnello

Durante las últimas semanas el Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC) celebra con actividades divulgativas y formativas su 15º aniversario, para dar a conocer la labor que realizan para introducir la perspectiva científica en la gestión de la caza y del medio ambiente. Al frente del centro, desde el verano de 2011, se encuentra Jorge Cassinello, un apasionado biólogo con una inagotable conversación sobre ciencia y medio natural. Con él, conocemos un poco más del trabajo que realizan en este instituto dependiente del CSIC, la UCLM y la Junta, además de conocer su perspectiva sobre las principales problemáticas abiertas en la actualidad.

Estas últimas semanas habéis querido mostrar el trabajo del IREC a la sociedad. ¿Se conoce lo suficiente lo que hacéis aquí?

La verdad es que la semana de la ciencia que hemos programado ha sido un éxito. Han pasado por aquí 390 estudiantes, más allá de la gente que individualmente se ha pasado a las charlas y la exposición de los paneles informativos. La respuesta ha sido muy positiva, hemos encuestado a los visitantes, y la satisfacción ha sido general tanto sobre las charlas como, y muy particularmente, sobre el taller dedicado al procedimiento que se sigue en el laboratorio para conocer si un animal ha sido envenenado en el campo. Estoy muy satisfecho, es la vía en la que hay que seguir. Ha quedado demostrado que trabajamos una enorme variedad de temas, no solo caza, e intentamos estar al servicio de sociedad para que nos conozca. La divulgación es una de las líneas prioritarias de este equipo directivo, como también lo es del CSIC, que hace unos años creo la vicepresidencia de Cultura Científica para potenciarla. Además nosotros tenemos la suerte, que no pasa en todos los institutos, de tener personal que se dedica a ello y eso facilita mucho las cosas. Gracias a ello hemos organizado esa exposición donde se recoge nuestro trabajo que ahora queremos que sea itinerante, primero por Ciudad Real y posteriormente por diferentes institutos.

Durante estos 15 años, ¿cuáles han sido las grandes líneas de trabajo y de investigación que se han realizado desde el IREC?

Aunque hay imbricaciones entre ellas, una rama importante porque fue la base fundadora del centro, es la linea que se centra en la ecología, la que tiene que ver con conservación y la puesta en valor de la biodiversidad. Luego está la línea que ahora esta más integrada, que es la relacionada con la sanidad animal. Aquí investigamos sobre la gestión de las especies cinegéticas y también las ganaderas, y cómo las enfermedades pueden pasar de unas especies a otras. En este sentido ayudamos a los cotos que se gestione adecuadamente que no haya brotes de enfermedades y para evitar posibles transmisiones a animales domésticos o a los seres humanos. Resaltaría una tercera línea que es la que tiene que ver con la reproducción animal. Ademas con el paso del tiempo, hemos ido desarrollando técnicas cada vez más complejas, por ejemplo dentro del ámbito de la genómica, que nos permiten el desarrollo de vacunas contra las garrapatas. No puedo dejar de nombrar un laboratorio que es referente nacional, como es el de toxicología, que ha permitido en base a sus estudios, acercarnos a los problemas causados por ciertos plaguicidas. Los estudios de este laboratorio han permitido que se prohíba el uso de la munición de plomo en los humedales protegidos.

¿En todas estas líneas habéis hecho hallazgos importantes?

Ha habido muchísimos hallazgos en todos estos años de trabajo. Yo siempre aconsejo que se visite la pagina web del instituto (www.uclm.es/irec) ahí están enumerados los hallazgos relevantes que hemos ido incorporando. Por ejemplo, hemos realizado investigaciones que nos han permitido el desarrollo de vivares adecuados para repoblar con éxito determinados territorios con conejos o estudios que nos han permitido saber cuál es la mejor forma de realizar un control de depredadores sostenible y adecuado. Hay una línea global del grupo que se denomina sanidad y biotecnología, donde se está intentando ver qué enfermedades surgidas en la fauna silvestre pueden pasar a los animales domésticos o incluso a los humanos. No puedo dejar de citar los estudios de la cuerna de ciervos, que es el hueso más resistente y flexible que la naturaleza ha creado. Las repercusiones son diversas, hay estudios que son meramente informativos, que nos demuestran una serie de hechos y luego, estudios posteriores más finos, podrán desarrollarlos. Pero en cualquier caso, la lista es demasiado larga como para enumerarlos todos.

¿Crees que la perspectiva científica está lo suficiente integrada en la sociedad y en las administraciones?

A mí me preocupa que al ciudadano, la persona que está caminando por la calle, no le suene totalmente a chino nuestro trabajo y que sepa que aquí hay un instituto relevante a nivel nacional e internacional. Nosotros nos debemos a la sociedad. todos los ciudadanos pagan con sus impuestos una institución como la nuestra que es pública. Nosotros debemos explicar lo que hacemos, es un deber moral y ético.Todo ciudadano debe saber qué ciencia se realiza con sus impuestos y por qué la ciencia es importante y relevante. La ciencia es necesaria para que un país se sitúe en la primera línea del desarrollo, permite que aumente su PIB y tenga más capacidad de autosuficiencia. En nuestro caso, además,  se da la circunstancia de que desde su fundación en 1999, el IREC tiene una misión muy aplicada, no somos un instituto especialmente teórico, aunque también hacemos ciencia básica. Esto nos facilita comunicar lo que hacemos y que el ciudadano pueda entender la valía de un instituto como este y por otro lado, como intentamos resolver cuestiones que tienen que ver con problemáticas concretas y cercanas para los implicados en el sector cinegético, hace que seamos muy útiles.

¿Cómo se articula vuestro papel a la hora de tomar decisiones sobre estas cuestiones?

El método científico permite resolver un montón de dudas y sobre todo te hace ser más eficaz a la hora de plantear la solución a determinados problemas. Pero en la gestión de la caza hay una mesa compuesta por cuatro patas. Por supuesto está la administración, que es la que tiene que hacer las reglas, las leyes. Y luego está ese enfrentamiento que a mí me da a veces bastante pena, entre las otras dos patas, el sector de los cazadores y el de los ecologistas. En el fondo, creo que ambos buscan lo mismo. Los cazadores no buscan destruir el medio natural, quieren poder cazar. Es verdad que hay cazadores y cazadores. No es lo mismo el cazador de coto social, que son los que yo más conozco, con otros de cotos con muchos recursos. En cualquier caso, las funciones del IREC es ver qué cazamos y cómo podríamos mejorar para no acabar con ciertas poblaciones o cómo cuidar más todo el aspecto sanitario. La ciencia puede dar respuesta a un montón de cuestiones, yo no paro de repetir que nuestra función es preguntarle a la naturaleza qué efecto estamos causando en la gestión que hacemos y la naturaleza nos responde. Nosotros intentamos ser, modestamente, el interlocutor del medio y responder con el método científico. Si la sociedad entendiera este papel darían más a valor lo que hacemos.

Es importante que la gente entienda que preservar la biodiversidad no es un capricho estético, es la única forma de asegurar la supervivencia del ser humano. Si se empeña en estar rodeado de ciudades y jardines artificiales, estaremos firmando el fin de la raza humana. Dependemos de que en el planeta se mantengan el mayor número posible de medios no alterados o poco alterados. Nuestro papel, aquí en España, es preservar nuestra biodiversidad, de las más ricas de Europa, porque eso significa que las generaciones próximas tendrán futuro. Y la actividad cinegética es de las que menos daño hace para alcanzar esa misión.

Y en esta mesa, ¿se os tiene en cuenta a la hora de elaborar leyes y normativas que afectan a la caza?

Desde verano de 2011 en que soy director, yo he tenido una magnifica relación con la Junta y con la Consejería y más en concreto con la Dirección General de Montes y Espacios Naturales. El IREC es miembro del Consejo Regional de Caza, yo estoy en las reuniones y tenemos voz y voto. No queremos limitarnos a estar en esas mesas simplemente opinando, cuando hay problemáticas, nosotros decimos lo que deberíamos estudiar sobre los aspectos que se discuten. Puedo decir que la voz del científico ha sido escuchada y valorada por la administración. Por parte de los cazadores, su actitud depende de si va por lo que a ellos les interesa o no. Su actitud es más dispar. En cuanto a los ecologistas debo confesar que aunque las puertas del IREC están abiertas, no tengo relación directa con los grupos conservacionista. Normalmente coincidimos con sus posturas, la lectura del conversacionista es llevar al extremo la conservación natural. Sin embargo, aunque puedo compartir esto, creo que se deben tener en cuenta otros factores. A veces hay un poco de demagogia en algunas afirmaciones que no tienen base científica, en otras ocasiones habría que realizar investigaciones para afirmar según qué cuestiones y luego es verdad que algunas afirmaciones no tienen fundamento. Insistiré siempre en que la ciencia se está teniendo cada vez más en cuenta, Nosotros no nos dejamos llevar por condicionantes personales o ideológicos, nos limitamos a hacer los estudios de la mejor forma posible. La ciencia tiene respuesta, creo que se nos está escuchando cada vez más, soy optimista, pero necesitamos nuestros tiempos.

¿La caza sigue siendo necesaria o es solo un deporte y una actividad económica?

La ciencia ecológica nos ayuda a entender la importancia del papel del hombre como cazador. Al principio su papel fue integrador dentro del ecosistema, pero posteriormente nos convertimos en un especie que ha alterado totalmente el medio natural y las cadenas tróficas, que son lo que permiten que un ecosistema funcione. Los cambios sutiles no afectan tanto, pero la alteración del medio por parte del hombre es tan radical que nuestra obligación moral es, o bien restaurarlo, sobre todo en situaciones dramáticas como bosques tropicales, o intentar suplir de la mejor manera posible las carencias que hemos causado. Cuando tú alteras la cadena trófica que funcionaba desde hace cientos de miles de años por un criterio evolutivo, estás provocando que aumenten determinadas especies. Estas alteran el comportamiento y generan un caos, que se debería autorregular si el hombre lo dejara de tocar. El problema es que nuestra alteración ha sido tan radical, que no está claro que pueda volver a regularse por sí sola. Luego está otra cuestión, que es su valor como recurso económico que es renovable y se puede gestionar adecuadamante. Luego entramos en la cuestión ética de matar animales. Pero salvo los que son tradicionalmente veganos o vegetarianos, que puedo entender que estén radicalmente en contra, existe mucha hipocresía en el hombre urbanita que se está alimentando de carne, aunque no va al matadero y está, sin embargo, en contra de la caza. No entiendo muy bien porqué, si es lo mismo y a veces es menos criticable éticamente una buena caza que una táctica ganadera. Hay que asumir que puede ser un recurso económicamente viable para la sociedad rural y no olvidemos que estamos vaciando el mundo rural de población y eso es un problema gravísismo porque la materia prima viene del mundo rural. Si es una fuente de riqueza, por qué no promoverla.

Entonces es beneficiosa para la naturaleza…

Los cotos de caza promueven la naturaleza. Conozco más de un caso de terrenos ganaderos y eran baldíos, pero cuando los han convertido en cotos, lo primero que han hecho es dejar renacer la vegetación natural y promoverla. Lo que el coto te está pidiendo es que mantengas el medio natural para que las especies cinegéticas estén más naturalmente mantenidas. Esto es lo que promovemos desde el IREC, no queremos que la caza se convierta en una ganadería extensiva, la idea es tener un medio natural donde haya especies silvestres en la forma más natural posible porque así estarán más sanas. Además, el cazador íntegro es aquel disfruta del lance cinegético en un contexto lo más natural posible, la caza ideal sería la del rececho. Con la caza le damos un valor socioeconómico al medio rural y ayudamos a preservar esos entornos naturales.

Uno de los aspectos que más criticados de la Ley de Caza es que se permita cazar en parque naturales como Cabañeros, ¿también allí es beneficioso cazar?

Puede ser una solución si se caza con cabeza. El problema es que Cabañeros es difícil de gestionar porque la mitad del territorio es privado, pero al menos en el aspecto público, es una posibilidad. Se utilizan muchos eufemismos como control poblacional porque algunos sectores no soportan la palabra caza, pero la cuestión es que hay una sobrepoblación de ciervos y si no la gestionas surgirá un problema. El hombre tiene que ayudar a que esa población no supere la capacidad de carga del medio, hay tanto herbívoro que no hay suficiente vegetación para darle de comer. Esto puede acabar destruyendo los recursos y tiene que gestionarse. Se podría reintroducir al lobo que es su depredador natural, pero es mucho más difícil de gestionar. En cualquier caso, el hombre tiene que intervenir de algún modo, también se puede extraer animales y llevarlos a otras zonas, pero el ciervo es sobreabundante cada vez más por toda la península. Digamos que eso es caro y quizás menos racional. Cazarlo no debería afectarnos tanto éticamente, además es una fuente de riqueza. La carne de monte en general es muy sana, ¿por qué no aprovecharlo como fuente cárnica? Quizás sería más conveniente no cazar solo a los grandes machos, los lobos no suelen cazar a los ejemplares más fuertes y permiten su reproducción, habría que cazar también a las hembras. En cualquier caso, hay que gestionarlo, llámalo control de población o caza.

Volviendo al propio IREC. En los últimos años los recursos para la investigación científica se han mermado mucho, ¿Cómo ha afectado la crisis al funcionamiento del centro y cómo está la situación ahora?

La crisis se ha notado mucho en la inversión en ciencia, tristemente. Tiene que ver con lo que hablábamos antes, la propia sociedad, y los políticos son reflejo ella, no es consciente de que la ciencia enriquece. Las consecuencia no están medidas y a lo mejor no lo sabremos hasta dentro de unos años, pero probablemente signifique que hemos perdido una o dos generaciones de jóvenes investigadores. Nosotros en IREC hemos sobrevivido como hemos podido. En realidad, ha afectado diferente según las temáticas, los que trabajamos en ecología y conservación lo hemos notado más. Desde un punto de vista político, sin entrar en distinción de partidos, creo que en España y en Europa no se ve como prioridad los estudios de conservación natural. Los grupos más pequeños han perdido personal y se ha notado de forma más dramática. El IREC lo ha notado muchísimo, pasamos una crisis muy gorda en verano de 2013 en el que hubo recortes a nivel nacional del CSIC. Esto cambió radicalmente desde principios de 2014 para mejor. Pinta mejor la cosa pero, hasta dentro de tres años, siendo muy optimista, no creo que tengamos la capacidad de desarrollo de proyectos que teníamos hace cinco años.

¿Cuales son las líneas de investigación y los grandes retos que os marcáis para el futuro?

Una vía que interesa particularmente al sector es cómo conseguir desde la administración que sea rentable mantener los cotos de caza. Una vía de estudio que no tiene tanto que ver con la ciencia ecológica, sino con la sociológica, Desde el punto de vista medioambiental, sigue habiendo cuestiones por resolver y retos, uno de ellos es ser capaces de preservar la perdiz roja, una especie autóctona que estamos perdiendo. También debemos aprender más del conejo de monte, porque sigue muy desconocido en muchos aspectos y es la base trófica de muchas especies. Otro aspecto que habrá que abordar, más conservacionista que cinegético, es la eficacia de las reintroducciones que se están haciendo de especies como el lince o resolver la problemática social que implica el incremento de poblaciones de lobo desde el norte. Aunque esto, quizás pueda ser una forma de afrontar otro problema como es el aumento desmesurado de poblaciones de ungulados, sobre todo de jabalí y ciervo. En este mismo ámbito, también habrá que quitarle la etiqueta del malo de la película al muflón, que aunque es una especie exótica, es el ancestro de la oveja doméstica. Hay que poner en valor las especies que, aunque sean de origen exótico, ocupan un nicho vacío en nuestro ecosistema. Y por supuesto, habrá que hacer controles sanitarios cada vez más fiables.

vía «La ciencia ecológica nos ayuda a entender la importancia del papel del hombre como cazador» – El Crisol de Ciudad Real | El Crisol de Ciudad Real.

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