En la prensa

Cazadores a tiro de quiebra

Fuente: lne.es

Las sociedades de cazadores de Asturias aseguran que se encuentran con las arcas al límite por las elevadas cargas que les supone el pago de los daños causados por las especies cinegéticas al ganado y las indemnizaciones que deben abonar cuando la fauna salvaje causa accidentes en carreteras o autovías incluidas dentro de la jurisdicción de los cotos que gestionan.

 

Gerardo Meiriño, de Cabrales, presidente de la Asociación de Empresas Cinegéticas del Principado de Asturias, en la que se engloban la mayor parte de las sociedades de cazadores, con unos 4.000 integrantes y vicepresidente de la sociedad de cazadores cabraliegos «El Jabalí», estima que sólo en la temporada que concluye este mes de febrero y comenzó en septiembre los pagos globales en Asturias superan el millón de euros.

Como les ocurre a otros sectores, los cazadores también se ven afectados por los recortes de la Administración pública, que agudizan el problema financiero. Hasta ahora el Gobierno del Principado aportaba una subvención que cubría parte de los desembolsos para hacer frente a los pagos. Las sociedades aseguran que este año no han recibido nada.

Meiriño teme que, si siguen subiendo los costes de los seguros y desciende el número de cazadores, por su edad avanzada y el alto coste de la actividad -unos 1.000 euros de media por temporada-, las sociedades perderán recursos y no podrán pagar.

A ello se une el problema medioambiental que podría generar una caída de las partidas de caza en la región, que sirven para controlar la proliferación de especies como el jabalí.

Solamente la montaña central de Asturias, y en el conjunto de Mieres, Lena y Riosa, se han abatido en estos meses unos 1.000 jabalíes. Lo confirma José Manuel Rodríguez, secretario del Partido Popular de Asturias en materia de caza y pesca.

Añade que el gasto medio de cada sociedad de cazadores depende de la zona en la que se ubique. Mientras que Llanes, Colunga y Ribadesella, incluso Valdés, Castrillón, Laviana y Mieres, están entre las más afectadas porque en sus terrenos hay tramos de autovía, áreas como Pesoz o Taramundi apenas presentan daños a los que hacer frente.

José Antonio Martínez Baragaño, presidente de la Sociedad de Cazadores de Mieres, señala que antes la Consejería con competencias en caza -actualmente Agroganadería- compensaba a los cotos con la devolución del canon cinegético. «Ahora no nos dan ni un duro, no quieren saber nada del tema de la caza», indica.

Los cazadores asturianos coinciden en destacar que la temporada ha sido buena en cuanto a piezas cobradas, aunque algunos cotos han registrado algunos descensos, como consecuencia a su vez de una ligera bajada de la actividad por la crisis. Además, los cazadores reivindican su papel en la conservación del medio rural asturiano. «No somos ningunos salvajes y, aunque se nos mira con recelo, tenemos más interés que nadie en proteger la naturaleza», señala Meiriño.

Agroganadería adjudica los cotos a las sociedades, por cinco y diez años. Cuando se cumple el período máximo la documentación debe tramitarse de nuevo. A cada coto se le asignan un número de cacerías, según las posibilidades, que luego se sortean entre los cazadores. El Principado también se reserva la gestión de los espacios protegidos y asume los pagos de los daños atribuidos a los lobos, al no estar considerados especie cinegética. Agroganadería pagó la pasada semana 2,7 millones de euros a los afectados por daños de fauna pendientes desde agosto de 2011 del cobro de la indemnización. Cuando asumió el cargo, María Jesús Álvarez se encontró con 7.000 expedientes sin abonar por el anterior Gobierno de Foro, a pesar de que la partida económica disponible estaba a cero.

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