La naturaleza ha dejado una vez constancia de su inmenso poder durante una fuerte tormenta que tuvo lugar el pasado viernes en el Parque Nacional de Hardangervidda, en Noruega (Ver vídeo pinchando en la imagen superior y/o al final del texto de esta entrada).
Un total de 323 renos de la tundra han fallecido electrocutados por la caída de un rayo, entre ellos 70 crías. Se trata de la mayor matanza de este tipo registrada. El suceso tuvo lugar en un coto de caza privado entre Møsvatn y Kalhovd, perteneciente al mencionado Parque Nacional. La caza en este lugar está permitida bajo estricto control, como un medio para regular la población de renos.
“Habíamos oído hablar de animales muertos por la caída de un rayo, pero nunca a esta escala. No sabemos si ha sido uno o más rayos, de momento todo son especulaciones”, afirma Knut Nylend, portavoz del Centro de Inspección de la Naturaleza de Noruega.
Los renos fueron descubiertos por un guarda forestal que patrullaba la zona. Nylend explica cómo pudo haber sucedido: “Los renos son animales de manada y a menudo viajan muy juntos. Durante una fuerte tormenta, es normal que se junten aún más debido al miedo”.
En una de las imágenes difundidas por la prensa local se puede ver un gran círculo alrededor de un grupo de renos muertos. Ese podría ser el lugar exacto en donde cayó el rayo. Veterinarios y guardas forestales han acudido al lugar para tomar muestras de algunos de los animales, y determinar así la causa exacta de su muerte.
En toda Noruega hay cerca de 25.000 renos de la tundra. Unos 10.000 habitan en el Parque Nacional de Hardangervidda, cuya población ha descendido un 3% tras este triste suceso.
Se trata de la mayor muerte masiva registrada por esta causa. Sólo se conoce un suceso similar: en 2005 un rayo acabó con la vida de 68 vacas en Australia.
Fuente: theverge.com
