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Regresión de tórtolas preocupa a conservacionistas y cazadores

La tórtola europea, que fue elegida Ave del Año 2015 y fue objeto de entusiasta caza, vuela o campea cada vez en bandos menos numerosos y su estampa es más rara en Zamora y en toda la comunidad castellanoleonesa porque es una especie marcada, como tantas, por la regresión, publica laopiniondezamora.es.
Es una realidad que constatan los conservacionistas y los cazadores, y que reflejan los censos realizados por agentes medioambientales y voluntarios que participan o colaboran en la recogida de datos sobre esta especie de paloma.
La situación de la tórtola en la región –junto con otras aves como el milano o el sisón– fue dada a conocer esta semana, en León, por el zamorano Joaquín Sanz Zuasti, coordinador de los trabajos censales realizados. Pero la conservación o el mantenimiento de la tórtola ( Streptopelia turtur) como otras especies cinegéticas y no cinegéticas que llevan el ciclo propio de las emigrantes radica en que las medidas de protección o respeto se den en todos los puntos donde habita según afirman tanto conservacionistas como los amantes de la caza.
El director de Conservación de SEO/BirdLife, Juan Carlos Atienza, señaló que, » promovido por la Comisión Europea, se está redactando un Plan de Acción Internacional de Conservación», y también la SEO ha pedido «una Estrategia Nacional, pero llevada delante de una forma coordinada para que los hagan todas las comunidades autónomas».
«Aquí nos rasgamos las vestiduras con las directivas europeas y de puertas para fuera nadie mira. Si quieren proteger la tórtola hay que hacer una gestión internacional», expresa el presidente de la Asociación Zamorana para la Defensa de la Caza y de la Pesca, Antonio de José, que afirma que «si la tórtola tiene que desaparecer no será por los cazadores europeos y españoles». Reitera de José que «ponemos el dedo en la llaga en Europa y hacemos oídos sordos a lo que hacen abajo, en África». Hace mención expresa al convenio de Bon que está precisamente «para reglar las posibilidades de aves silvestre migratorias». Pone de manifiesto que la tórtola, una vez que cruza el estrecho, se la caza en exceso, «pues se las tira desde vehículos, en bebederos y además sufre la persecución en dos oleadas: cuando cruzan el estrecho y cuando cruzan el Sahara».
Juan Carlos Atienza subraya que «hemos solicitado a la Administración que proteja la especie y que le dé un nivel protección que permita hacer una estrategia nacional, y solicitado que se haga una moratoria y tomar medidas de conservación». La caza, apunta el conservacionista, «no es la causa inicial de su declive sino como una puntilla para una especie que está en malas condiciones».
El cazador de Fuentelapeña, Roberto Sánchez, también constata la regresión en los últimos años. «Lleva unos años que viene menos» expresa. En su criterio, entre las circunstancias o transformaciones que afectan a la buena marcha de la especie está la disminución de arbolado, que se siembra más tarde y con girasoles, uno de sus alimentos preferidos, son más tardíos. Reitera que el ave «lleva unos años malos», pero aventura unos resultados «aún peores si la sequía golpea con fuerza esta temporada».
SEO/BirdLife estima que en España se matan todos los años «más de 700.000 tórtolas», lo que es considerado una mortalidad no sostenible para una especie enfilada en el declive. Atienza no apunta a la caza como el principal motivo de la regresión aunque indica que «la caza excesiva agrava la situación de la población que discurre por el corredor migratorio occidental», que una vez que cruzan el estrecho de Gibraltar pasa por España, Francia y Portugal. Se cifra en un tercio de las tórtolas que hay esta línea de migración, pues otras emigran por el Bósforo.
Otra posible causa de su disminución se da en África. Juan Carlos Atienza menciona los problemas de la emigración en el Sahara que, por cuestiones de cambio climático,» es más ancho y por cuestiones sociopolíticas se limita el movimiento de los pueblos nómadas que conlleva que cada vez los oasis estén menos conservados y, por tanto, haya menos zonas de descanso y abastecimiento de agua para las palomas lo que podría repercutir en la población de tórtola». También está la situación dada en los países del Sagel, «donde no sabemos muy bien lo que pasa, pero algunos investigadores han identificado aglomeraciones de tórtolas en cebaderos, con fines cinegéticos, lo que favorece posibles contagios de enfermedades».
La tórtola está considerada como especie vulnerable y su conservación requiere compromisos sociales e institucionales. Atienza hace hincapié en una especie que se alimenta de» planta arvense», que no son precisamente las más apetecibles para el común de la fauna.

Publicado en laopiniondezamora.es.

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