A don Paco Chacón
Día de luto, de luto nacional, de luto montero, de luto de todos aquellos que amamos nuestra bandera y nuestra patria.
Luto de perreros, postores, señoritos y muleros. Luto de guardas, furtivos, pastores y alimañeros. Luto de curas, monjas, retranqueros, pescadores… Luto de ricos y pobres. Luto en la sierra, la dehesa, la solana y la umbría. Las veredas, los puntales, las horcajas y las siembras… Hoy están de luto mi cuchillo, mi canana y mis delantales…
Insignia máxima de la montería española, español de pro, pero de pro de verdad, de los que sufrió el azote de una guerra en sus carnes y en su alma, sin nunca llamar a la venganza sino al olvido. Caballero de los de mano fuerte, cabeza avispada y, por qué no decirlo, de pantalones bien puestos.
Amante de todo lo que desprendiera sabor a Siberia Extremeña. Rondador, esperista, ganadero, jinete en sus tiempos mozos… Campero ejemplar hasta su último aliento.
¡Qué la Virgen de Guadalupe te acoja bajo su manto! Que San Pedro se cuadre en tu llegada porque, sin duda, todos arriba te recibirán firmes, porque firme fue tu paso por la vida…
Un abrazo, tío querido, desde la admiración y el respeto de saberme entre tus alumnos. Un abrazo inmenso, don Paco Chacón, en nombre de todos aquellos que no tenemos nombre y que siembre trataste con bondad y señorío.
Un abrazo desde una atalaya de tantas de ésas que hoy también viste luto…
