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La caza, la comunicación social y las redes sociales

trofeo gamo SCI lusitania

El verano pasado hubo una gran controversia a nivel mundial en torno a la caza. Un cazador americano abatió un león  en Zimbabue, en circunstancias controvertidas. El animal era conocido, tenía un nombre, fue llamado Cecil y estaba siendo monitorizado para un estudio de la Universidad de Oxford. Las organizaciones anticaza aprovecharon este caso hasta el agotamiento y la caza se convirtió en casi un crimen, al menos en esos días.

No voy a entrar en detalles sobre este episodio, os dejo el enlace a la entrevista que di a TVI24 cuando todo estaba en contra nuestra. Podemos llegar a conocer algunos detalles más, así como otras cosas, que incluso la mayoría de los cazadores desconoce, y que pueden ser buenos argumentos para defender nuestra gran pasión, la caza.

Pero, ¿cómo una cosa pasada en África, a miles de kilómetros de distancia, puede afectar a los cazadores extranjeros? La respuesta es muy simple, vivimos en un «mundo global», en el que los medios de comunicación y las redes sociales divulgan cualquier asunto por todo el mundo en cuestión de segundos. Nuestros detractores saben cómo utilizar esta «arma» como nadie; nosotros, los cazadores no lo hacemos.

Las decisiones tomadas sobre la caza en Estados Unidos, Inglaterra, Namibia o en cualquier otro país pueden tener consecuencias a nivel mundial. Hoy en día, todo está interconectado, existen directivas europeas y decisiones de CITES que nos afectan directamente.

Nos guste o no, estas decisiones son tomadas por los políticos y, no nos hagamos ilusiones, la opinión pública tiene un gran peso en el proceso. Los argumentos científicos son importantes, pero son las personas quienes votan y si tienen una opinión determinada, el legislador político decidirá en consecuencia. Así llegamos a la fuente, hasta el punto en el que debemos comenzar a defender la caza, junto a la opinión pública.

Somos muy buenos para explicar unos a otros, en revistas como ésta, en nuestras reuniones, comidas y cenas el porqué cazamos, que la caza es una actividad humana desde los albores del tiempo, lo que nos ayudó a desarrollar como especie, que es la mejor herramienta en términos de gestión y conservación de la vida silvestre, que tiene importancia socioeconómica. Es fácil, nuestros interlocutores son como nosotros, conocen esta realidad, nos perciben perfectamente. Pero, ¿sabemos transmitir este mensaje al resto de la sociedad no cazadora? Mi respuesta es que no.

A veces parece que nos da vergüenza decir que somos cazadores a los que no lo son. Por otro lado permitimos, en los últimos años, que los medios de comunicación social nos destierren, la caza es un tabú, la caza no es políticamente correcta, no aparece en la televisión, no aparece en los periódicos, a pesar de existir buenas razones para que esto no sea así.

Para llegar a los «media», tenemos que luchar, insistir, persistir. Pero tenemos que aparecer, mostrar la caza en su conjunto, no sólo el acto de matar, que es la parte que choca con mayoría de la gente.

Luego están las redes sociales, hay muchos grupos de cazadores en Facebook y Twitter, pero, ¿sabemos usarlo a nuestro favor? Una vez más, mi respuesta es no.

Todo lo que ponemos en Internet es «eterno» y llega a todas partes, aunque creamos que estamos en un grupo cerrado, que no es así. No sólo son nuestros amigos cazadores los que van a ver lo que ponemos, tenemos que pensar que será todo el mundo, y que estamos contribuyendo a que la sociedad forme su opinión acerca de la caza.

Una fotografía de un cazador feliz al lado de un animal muerto o un plantel de caza con decenas de animales muertos y llenos de sangre no ayuda a aquellos que no saben nada acerca de la caza de entender esta actividad. Créanme, la reacción de la mayoría de la gente será el rechazo. ¿Es eso lo que queremos? ¿Es eso lo que nos ayuda a ser aceptados por la sociedad? ¿Será que eso no tiene importancia?

Hay un lugar para todo, esas fotos en el álbum que mostramos a nuestros amigos o en una revista de caza son una cosa, pero en una red social es otra, tienen un alcance diferente y trabajan en contra de nosotros. Yo sé lo que he escrito sorprenderá a muchos cazadores, pero tal como está la caza es preciso saber de dónde sopla el viento, aquí tenemos que comprender el contexto y utilizarlo para nuestro beneficio.

Estas fotografías muestran sólo la muerte, no muestran la conservación de la vida silvestre, no muestran a las personas que viven de la caza, no muestran la preservación del medio ambiente, no muestran el uso de los recursos naturales que no deben y no pueden ser desperdiciados. Recuerde que la mayoría de la gente no es cazadora, no es conscientes de esta realidad, que es por donde tenemos que ir.

Durante la entrevista citada anteriormente desafíe a los periodistas para que vinieses a contemplar una cacería, que vinieses al campo y vieran la realidad de la naturaleza y de la caza. Costó que vinieran y grabaran un reportaje de seis minutos de la caza en su conjunto. La caza está allí, con la muerte y con la sangre, pero también con todo lo demás, que muchos no quieren ver y que muchos de nosotros también no quieren molestarse en mostrar.

La idea de TVI24 era presentar este informe y hacer un programa de debate con el líder de una organización anticaza, pero esto no fue posible, pues él no aceptó. El reportaje finalmente se transmitió en el fin de semana del Expocaça pero sin debate. La razón es muy simple, tenemos argumentos válidos, pero nuestros adversarios, no.

En cuanto a las redes sociales, sirvieron para hacer más públicas esta aparición televisas sobre la caza, y hubo miles de reacciones positivas, especialmente de no cazadores. La más común fue:  «Yo no sabía que era así!»

Es esta ignorancia la que tenemos que vencer y conseguiremos tener a la opinión pública de nuestro lado. Al hacerlo no dejó de ser cazador, por el contrario, quiero cazar más y otros puedan continuar cazando. ¡Debemos estar orgullosos de ser cazadores y contribuir, como cualquiera, a la conservación de la naturaleza y dejar este legado a las generaciones futuras!

¡Buena caza!

 

Por  João Corceiro, presidente del SCI Lusitania Chapter

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