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El oso pardo amplía su área de asentamiento en la Cordillera Cantábrica

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Según los últimos datos del censo, el oso pardo ha ampliado su área de influencia con la presencia de ejemplares en municipios septentrionales del Principado de Asturias, en municipios limítrofes entre Cantabria y Burgos y en los páramos leoneses así como en la comarca de La Carballeda, en Zamora. El censo establece una población que supera la cifra de doscientos ejemplares de oso pardo en la Cordillera Cantábrica, lo que supone triplicar la población en los últimos años. Además, en 2010, se produjo el primer cruce efectivo entre osos de la zona occidental y la oriental, en la que se encuentra clasificada la población cantábrica. Cabe señalar la presencia de 30 osas con 57 oseznos lo que garantiza la recuperación del oso pardo en la Cordillera Cantábrica.

El oso pardo es una especie amenazada, catalogada ‘en peligro de extinción’, y considerada especie prioritaria por la Directiva Hábitats de la Unión Europea. En España sobreviven dos poblaciones, una en la Cordillera Cantábrica y otra en los Pirineos. En la Cordillera Cantábrica se estima su población en más de 200 osos pardos -se calcula una horquilla entre 190 y 210 osos- cifras que suponen un incremento importante sobre censos anteriores triplicando su población en los últimos 20 años (unos 70 osos en los años 90).

El territorio por el que habitualmente se mueven los osos pardos en la Cordillera Cantábrica abarca una superficie de 4.900 kilómetros cuadrados. La población cantábrica se divide en dos subpoblaciones comunicadas por un esperanzador movimiento de machos dispersantes que ha constatado, en verano de 2010 el primer cruce efectivo entre los osos occidentales y los orientales.

La población occidental se extiende por unos 2.800 kilómetros cuadrados desde Los Ancares de Lugo y León y el Alto Sil hasta los valles de Babia y Omaña en León y las cabeceras de los concejos de Lena, Quirós, Proaza, Teverga, Grado, Yernes y Tameza, Santo Adriano, Salas, Belmonte, Tineo, Somiedo, Cangas del Narcea, Allande, Ibias y Degaña en Asturias, con una población estimada de 160-180 ejemplares. Por su parte, la población oriental ocupa unos 2.100 kilómetros cuadrados por la Montaña Palentina y la Montaña Oriental de León, con incursiones por terrenos del Oriente de Asturias y presencia consolidada en los montes de Campoo de Suso, Polaciones y Liébana, en Cantabria. Se estima la población en esta zona en más de 30 ejemplares.

El oso pardo en la Cordillera Cantábrica ha experimentado un importante crecimiento en los últimos años gracias al Plan de Recuperación del Oso Pardo de las comunidades autónomas. Uno de los datos que garantiza la viabilidad y la recuperación y mantenimiento de esta especie es que se ha incrementado de manera notable el número de osas con crías, con un crecimiento anual medio del 8 % en ambas zonas.

Según el último censo, se han detectado un total de 30 osas pardas con 57 crías, de las que 26 osas con 50 crías corresponden a la zona occidental; y cuatro osas y siete crías en la subpoblación oriental. Estos datos confirman un crecimiento positivo significativo dado que por tercer año consecutivo se confirma la presencia de 4 nuevas familias rompiendo el estancamiento en 2-3 osas con crías anuales en la década anterior.

Además, y como dato relevante que garantiza la presencia, recuperación y conservación de la especie, casi un tercio de las osas con crías se localizan en Castilla y León, con nueve de las 30 osas pardas con crías que se estiman en la Cordillera Cantábrica. En concreto cinco osas en la zona occidental y cuatro osas en la oriental, situándose, además, en las zonas cercanas al corredor interpoblacional leonés (Comarca de Babia), lo que permitiría afianzar el paso de ejemplares entre ambos sectores volviendo a ocupar antiguas zonas de crías. En el Principado de Asturias se han localizado un total de 21 osas con 40 crías, todas ellas en la población occidental.

Es importante el núcleo reproductor de la Comarca de Babia para afianzar el paso de ejemplares entre las dos subpoblaciones y el posible establecimiento de hembras en los montes de Abelgas (Sena de Luna), La Majua, Robledo de Babia, Riolago y Cospedal (San Emiliano) y Torre de Babia y Mena de Babia (Cabrillanes). Se trata de áreas más al borde del sector occidental que podrían constituir el motor de ocupación del corredor y de enlace con la zona oriental.

También destaca la ocupación de la zona de la montaña de Riaño con dos osas con crías, una de ellas localizada en los límites del Parque Nacional y la otra en el macizo de Barniedo de la Reina por lo que supone volver a ocupar las antiguas zonas de crías. En el Principado de Asturias la especie se está expandiendo hacia el norte de su área de distribución con presencia de ejemplares en concejos como Oviedo o Vegadeo. En Cantabria la especie tiene una presencia estable en los municipios de Camaleño, Vega de Liébana, Pesaguero, Polaciones y la Hermandad de Campoo de Suso, siendo cada vez más frecuente la presencia de oso en municipios más orientales de la comunidad y habiéndose detectado recientemente la presencia de una osa con dos crías en esa zona.

La importante presencia de osas en la zona oriental de la Cordillera Cantábrica garantiza el crecimiento en este territorio. Cabe señalar que, tras años en los que no se detectó ninguna osa con crías dentro de la población oriental, se está produciendo una estabilización en los últimos años de 3-4 osas con entre tres y seis oseznos cada año.

Consolidar el corredor interpoblacional

Las tres comunidades autónomas están trabajando con los municipios de Lena, Aller, Cangas del Narcea, en el Principado de Asturias; municipios de Cantabria, y los ayuntamientos leoneses de Barrios de Luna, Cármenes, Pola de Gordón, Sena de Luna, Valdelugueros, Valdepiélago, Vegacervera y Villamanín, en consolidar el corredor interpoblacional para facilitar el movimiento de ejemplares entre ambos sectores. Se han detectado celos de oso en Cabrillanes y Sena de Luna y celos continuados en Boca de Huérgano. Además, se ha detectado una osa con tres crías en San Emiliano procedente de Asturias, otra osa con dos crías en Igüeña-Murias de Paredes y una osa con dos crías en Suarbol.

En 2013 se han producido dos hechos reseñables. En primer lugar la presencia de un oso pardo en la baja Cabrera, en Zamora, algo que no se producía desde finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Este hecho se ha podido constatar a través de huellas, daños a colmenares y fototrampeo detectándose su presencia en la Carballeda zamorana, especialmente, en Muelas de los Caballeros, desde la primavera hasta octubre de 2013 y de nuevo en febrero de 2014. Y, por otro lado, la presencia de algún ejemplar en las inmediaciones de núcleos urbanos de la Comarca de Laciana (en Torres y Soses de Laciana). También se han producido avistamientos o localizados indicios de ejemplares en la zona norte de Burgos y en el sur de León (concretamente en Truchas) así como al norte de Zamora. Finalmente, constituyen datos significativos, los avistamientos o la localización de indicios de ejemplares de oso al este de la Autovía de la Meseta con citas esporádicas entre las comunidades autónomas de Cantabria y Castilla y León, fuera de los ámbitos de aplicación de los planes de recuperación vigentes, tanto en el norte de Burgos, como en los municipios cántabros de Valderredible y Valdeprado del Río.

En el Principado de Asturias destaca la presencia más continuada de la especie dentro del área de distribución oriental con avistamiento de ejemplares en los municipios de Caso, Ponga y Laviana. No menos reseñable es la expansión de la población occidental con presencia en los concejos de Oviedo, Vegadeo, Castropol, Villanueva de Oscos, Valdés, Boal y Grado.

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