En la prensa

Mala apertura de la temporada y pocas perdices en Castilla y León

Fuente: marca.com / Leonardo de la Fuente

Los cazadores de Castilla y León constaron el domingo en la jornada inaugural de la temporada de caza menor en la comunidad de Castilla y Léon lo que ya venían barruntando desde hace tiempo. Este año apenas hay perdices y las que se han cobrado han sido pocas y viejas.

 

La jornada del domingo fue como si los más de 100.000 cazadores de la región hubieran puesto la sordina en sus escopetas. Apenas se escucharon tiros y los pocos que se sintieron en los cotos de la región en ese primer día de caza fueron a conejos, a alguna paloma, también sobre alguna liebre -donde la escopeta la puede tirar- e, incluso, sobre alguna codorniz, pero pocos, muy pocos sobre las perdices, la especie reina de la caza menor en España.

Las patirrojas dieron la espalda a los cazadores regionales, pero no pilló a casi nadie por sorpresa. La ausencia de perdices quedó constatada en la media veda y, ante la apertura de la general, no fueron pocos los cotos en donde la temporada no se abrió, a la espera de que los pocos ejemplares existentes vayan cogiendo fuerza y no se las pueda abatir, sin apenas esfuerzo, en un par de domingos.

En este sentido, el presidente de la Federación de Caza de Castilla y León, Santiago Iturmendi, señalaba a CUADERNO DE CAZA: «Las primeras valoraciones son las de una mala apertura, un día muy flojo en resultados y con unas perdices con todo a su favor para defenderse, tierras labradas, frío al amanecer e, incluso, heladas en un buen número de cotos, que han sido factores a favor de las pocas perdices que, me aseguran, se vieron ayer».

En la rueda de valoraciones que el Presidente regional había realizado con sus delegados provinciales, Iturmendi destacaba: «El descontento en este primer día ha sido la tónica general. Como siempre, ha habido cazadores que, con un poco de suerte, se llevaron algunas perdices al cinto, pero, en general, hay que hablar de una mala apertura en un buen día para andar por el campo y para desfogarnos un poco junto con nuestros perros de la rutina diaria».

En contrapunto a esta apertura mala para la perdiz hay que destacar que el conejo volvió a dar la de arena, «pero no tanto como se esperaba, posiblemente debido al cambio de tiempo de última hora, que habría hecho que el rabicorto no estuviera tan campero como era previsible, aunque, al final y con la llegada de la tarde y la subida de temperatura, fue la especie más agradecida con los cazadores».

Llama la atención que mientras el conejo es especie abundante en buen número de lugares, en Soria la presencia de conejos es poco menos que anecdótica: «En la provincia soriana no tenemos esa suerte, si se le puede llamar así», apuntaba el delegado de caza en Soria, José Manzano, que también se quejó de la falta de perdiz en esta provincia. «Estamos muy preocupados porque apenas se han visto perdices entre nuestros cazadores». Una declaración similar a la ofrecida desde Zamora por el delegado José Antonio Prada, su homólogo en Valladolid, Jesús Hernández, o el cazador de competición salmantino, Javier Sanz, que coincidían en que las perdices han dado la espalda a los aficionados y que no sería descabellado ir pensando en tomar alguna medida encaminada a preservar las pocas perdices que tenemos en Castilla y León.

La jornada tuvo el lado un tanto más de cara para los galgueros, que al parecer sí disfrutaron un poco más que la escopeta, en un año que podría, solamente podría, ser el de la recuperración de las liebres en la comundad castellanoleonesa.

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