Marcado en rojo en el calendario estaba el domingo 16 de noviembre para los integrantes de la Peña Monteros de la Serena como punto de partida de una temporada que seguro vendrá cargada de ilusión y buenos lances.
Y que mejor inicio que en una finca de tradición, de esencia, de ésas que te hacen sentir montero, y que a lo largo de los años ha sabido, por resultados, labrarse un nombre dentro del panorama cinegético de la zona. Se trata de un paraje peculiar de no mucha altitud en la que alternan pequeños cabezos de monte, algunos que culminan con collados que sirven de refugio a la caza, que planta aquí su defensa, con extensos barbechos que sirven de vía de escape para las reses cervunas, proporcionando a los cazadores bellos lances en distancia.
Se reunían los monteros en el Albergue de Zarzacapilla a las 8:30 horas en una mañana de niebla algo gélida, pero que se apreciaba perfecta para una jornada cinegética.
Con puntualidad, la directiva comenzaba el sorteo con las agujas en las nueve
en punto y con una oda a los rehaleros, tan importantes en esta peña y sin cuya presencia, nada de esto sería posible.
Los postores de los cierres salían presurosos hacia la finca a apostar a los monteros para cuanto antes cerrar la mancha. Poco después, lo hacían los de las traviesas en las mismas condiciones, escuchando las primeras detonaciones en su camino a los puestos, en el cierre de Los Baldíos.
Llegaban los perros y las reses comenzaban a cumplir, las ladras se sucedían incesantemente y con ellas los sucesivos lances en todas las armadas. Se movía el cervuno y se hacía fuerte el jabalí en el tupido manto de jara, necesitando fuerza de perros para hacerlos salir a las rayas.
La montería transcurría con normalidad y los monteros se estaban divirtiendo de lo lindo, a medida que las rehalas batían la mancha entre las voces de los perreros.
El fin llegaba en torno a las 15.30 con la vuelta de estos a los camiones y era hora de recoger la carne y acudir a la junta para degustar unos suculentos garbanzos que hicieron la delicia de los presentes.
El plantel arrojaba 15 jabalíes, uno muy bueno que mató nuestro amigo Satu en el Cierre del Mojón; y dos navajeros, además de algunas guarras grandes, quedando 4 más en el monte, que habían cogido los perros y que remataron Joselillo y Felipe ante la imposibilidad de sacarlos por la dureza del terreno; 5 venados, 2 de ellos bonitos de montería y 5 ciervas.
Y Las Pimientas volvía a cumplir brindándonos un excelente día de montería entre amigos con excelente ambiente, buenos lances y exquisitos garbanzos.
Una crónica de José Antonio Lozano Rodríguez
FICHA
Organización: Peña de Monteros la Serena
Finca: Las Pimientas
Lugar: Capilla (Badajoz)
Tipo de finca: abierta
Superficie monterada: 460 ha
Puestos: 50
Rehalas: 10
Resultados: 19 jabalíes y 5 venados
