La manifestación contra la Ley de Caza de Castilla-La Mancha, convocada por la Plataforma contra la Nueva Ley de Caza Castilla-La Mancha el pasado 21 de febrero en la ciudad de Toledo, sólo consiguió reunir a unos 600 personas, según datos de la Delegación de Gobierno.
La protesta contra la aprobación de esta ley, que según la citada Plataforma «quiere convertir esta región en un emporio para las actividades cinegéticas”, obviando “los derechos básicos de los ciudadanos» al permitir «privatizar la naturaleza y vulnerar los derechos de los animales y los nuestros, con una ley del medievo».
Miguel Ángel Hernández, de Ecologistas en Acción, cifraba el número de manifestantes en 1.100 y declaraba a los medios que con esta ley «hecha por y para unos pocos», «no se podrá disfrutar de la naturaleza», y además «fomenta el desprecio a los animales domésticos» y permite las modalidades de caza más crueles, como el lanceo de jabalí a caballo.
El evento finalizó con la lectura del Manifiesto en defensa del uso público del medio natural, del bienestar animal y de la protección de la naturaleza. Contra los privilegios de la caza, por la actriz Lluvia Rojo, que puede leerse al final de esta noticia.
Manifiesto en defensa del uso público del medio natural, del bienestar animal y de la protección de la naturaleza. Contra los privilegios de la caza
El Gobierno de Castilla-La Mancha ha elaborado un proyecto de Ley de Caza que apuesta por el modelo más intensivo y agresivo de la caza comercial.
Atendiendo a intereses particulares y ofreciendo descarados privilegios a terratenientes y gestores cinegéticos, esta ley pisotea los derechos del resto de la ciudadanía, los derechos de los animales y el medio natural.
El medio natural, el Patrimonio de todos que representa la naturaleza, los espacios naturales y las especies animales, no se puede poner al servicio de unas pocas personas. La caza no se debe anteponer al derecho constitucional de disfrutar del medio ambiente, ni a los principios de bienestar animal, ni a la salvaguarda de los recursos naturales, particularmente, los protegidos.
La prioridad que con esta ley se le da a la caza alcanza extremos insospechados: prohíbe las actividades que puedan molestar a los cazadores, incrementa los vallados y otras infraestructuras de gran impacto, permite abatir animales domésticos, permite usar armas a los menores de edad, acepta métodos crueles y agresivos de caza, pone en riesgo la seguridad de las personas, rebaja a la mitad la cuantía de las sanciones más graves, reduce los controles administrativos y ofrece ayudas públicas a un sector que no se encuentra precisamente entre los más necesitados.
Todas las personas aquí presentes, la ciudadanía que no aceptamos esta ley, queremos disfrutar con tranquilidad y seguridad del medio natural. Queremos que se puedan desarrollar las actividades productivas, de turismo y de ocio que tanto interés económico y social tienen para esta necesitada región. Queremos que se respeten los derechos de los animales, impidiendo que se maten o maltraten tanto especies domésticas como silvestres y prohibiendo métodos de caza más propios de la edad media que de los tiempos actuales. Queremos que no se les permita empuñar un arma a niños de 14 años y que no se usen armas peligrosas ni métodos crueles y masivos de caza. Y queremos también que, frente a los privilegios económicos que se dan al sector de la caza, se promueva un desarrollo integral del medio rural.
Por todo esto, sin duda, lo mejor que puede suceder en beneficio del interés general y mayoritario, representado hoy aquí por más de 80 entidades y 118.00 ciudadan@s, es que se paralice esta Ley de Caza de Castilla-La Mancha.
Sra. Cospedal: somos muchos los que exigimos que pare esta iniciativa irracional, trasnochada e imprudente, que viola distintas normativas ambientales internacionales, nacionales y regionales así como derechos básicos y constitucionales. Somos muchas las que seguiremos luchando contra ella, para que no se aplique, para que se reconozca que atenta contra el medio natural, los derechos de los animales y los nuestros. Y somos muchas las que, si fuera necesario, lucharemos para que los Tribunales la rectifiquen.
¡Ley de caza, No, retirada ya!
