Escopeta negra

¡Eso es todo, amigos…!

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Con tan típica, como tópica, frasecita, un lindo conejito, de nombre Bugs Bunny –en este caso de la Warner Bros y no del dichoso Disney, aunque con los mismos perniciosos, por no decir imbéciles, efectos– despedía sus más que famosos cartoons, y nos dejaba, cual tiernos infantes, con carita de pena y la miel en los labios… Ya un poco más mayores, sobre todo a los de pueblo, a los que ya sabían lo que era un conejo, sin suerte, les hacía menos gracia que siempre perdiera el mismo, el pobre Elmer Gruñón, el cazador, al que el muy cabrito del conejo le amargaba la vida con sus mil y una perrerías, y al que deseaban recibiera una merecida ración de plomo. Viene de antiguo, lo del cazador malvado, y hay una cierta ‘cultura implantada’, por llamarlo de alguna forma, que se empeñó y que se empeña en atontar a los niños urbanitas hasta hacerles creer y crecer en una ñoñez supina. Y muchos de ellos acaban donde acaban.

No era nuestra intención, ni lo es, iniciar febrerillo, el loco, con una sátira mordaz a ese mundo tan… irreal, como ilógico, de los dibujos animados, ni realizar un estudio psicosociológico sobre sus nefastos efectos, pero, puestos a divagar, sí podemos sentenciar con lo de los barros, o los polvos y los lodos, y con que otro gallo nos cantaría si, de una vez por todas, se abordase el tema de la educación cinegética. Pero, insistimos, es harina de otro costal.

Si hemos elegido la dichosa frasecita –que nos ha llevado a dispersarnos de nuestra idea inicial–, no ha sido por otra cosa que por despedir otra temporada que, en apenas unos días, ya será historia. A primeros de mes, los de la chica ya estarán sacando lustre a la escopeta y olvidándose de los muchos sinsabores que han quedado en el camino.

La vida sigue igual, podía ser el título de otra de tantas que ha pasado con más pena que gloria y que nos deja las cosas ni siquiera como estaban. Dicen que en Andalucía y Castilla y León ha mejorado algo. Nos gustaría saber cuánto. En Galicia, público es y publicado está, ha sido nefasta, y lo de Castilla-La Mancha es para echarse a llorar. En Extremadura, al menos no se han quejado tanto como en la pasada, que se puso el grito en el cielo, pero mucho nos tememos que las cosas sigan como estaban. Y del resto… esperaremos noticias, pero, con la chica, quedan pocas esperanzas.

Desespera mucho, y ganas dan de tirar la toalla –nos referimos a algunas zonas en concreto de cuyo nombre no queremos acordarnos– patearse decenas de leguas cada domingo sin pluma o pelo que echarse al morral. Y la gente se está hartando… Luego, vamos y nos quejamos de que cada vez somos menos, pero el personal, al que se le suelta, y mucho, la lengua en la barra de la taberna, jura en hebreo por encontrarse, día sí día también, el panorama que se encuentra. Y sin visos de solución… La ‘jaculatoria’ más común es que el año que viene va a pagar su… Ésa, la misma.

Lo de la perdiz no es que no vaya, es que vuelve. De todos es conocida la suspensión del previsto Campeonato de España de Caza Menor con Perro, por ‘exceso’ de perdices en el coto de Los Yébenes. Bien es cierto que, algunos, para evitar el oprobio, no han tardo mucho en encontrar otro que coto que sí que tiene ‘perdices’. Habrá que ver cómo tienen el ala… Pero indigna, por no decir jode, y mucho, que para ciertas cosas sí se busquen soluciones rápidas y los problemas, los reales, los que sufrimos día a día y vienen de largo, se eternicen y nadie haga ni las diez de monte por intentar empezar a iniciar una posible solución, aunque sea a un plazo no ya largo, sino eterno…

Del pelo, que era el ‘consuelo de los pobres’ mejor ni hablamos, pero apostamos a que habrá miles de conejos para los linces (que se los merecen, nadie lo pone en duda, tras los millonazos que se llevan ‘invertidos’) y nosotros nos encontraremos, como siempre, con las huras secas.

Menos mal que la mayor nos sigue dando alegrías. No es que haya sido una temporada excepcional, pero sí es cierto que mantiene su línea ascendente en todo el suelo patrio, y se montea y se disfruta como nunca, motivo por el que muchos cazadores de menor han cruzado la barrera y se han cambiado de bando. En base a datos de nuestras crónicas monteras, los trofeos del ‘rey del monte’ no han sido excepcionales, más bien normalitos, por las condiciones climatológicas de un otoño un poco raro, pero sí que ha habido abundancia en los planteles. Y, respecto a los guarros, pues muy poco que añadir, ¡guarros a mantas!, que diría un castizo y con bocas saludables. Eso sí, en muchas zonas, como nos descuidemos nos comen. En un vídeo de Youtube, tan de moda, que anda circulando por ahí, aparece un piara que no hace honor a su nombre porque no es otra cosa que un rebaño… y no precisamente en cerrado. Claro que, si no hay forma de controlarnos, o los de siempre no nos dejan, en el campo no va a quedar títere con cabeza… Pero alegrías nos dan, muchas, y esas no nos las quita nadie, ni ésos…

Por lo demás, nos repetimos, la vida sigue igual, amigos. Federaciones, elecciones, ataques, insultos, amenazas, el Lobo Marley, los que vienen avisando y amenazando… Por eso, nosotros, este mes, humildemente y con nuestras opiniones, salimos ¡En defensa de la caza! Para lo que va a servir…

Por A. Mata

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