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El dentista que abatió a ‘Cecil’ regresa al trabajo bajo insultos (con vídeo)

palmer cecil

Walter Palmer, el dentista estadounidense que el pasado 1 de julio abatió al león Cecil en Zimbabue, se reincorporó a su consulta ayer martes, a cuya entrada se habían reunido varios manifestantes que le insultaron llamándole «asesino».

Debido al acoso mediático y social, Palmer tuvo que dejar de trabajar en su consulta dental en Bloomington (Minnesota) durante los dos últimos meses –los grupos de defensa de los animales le acosaron hasta obligarle a cerrar su página web, sus perfiles sociales y dejar el trabajo en su clínica, al tiempo que su domicilio particular en Eden Prairie se volvió un lugar de protesta y su casa de vacaciones en Florida fue atacada– y ayer regresó en medio de una gran expectación, siendo esperado por periodistas, manifestantes y agentes de Policía.

policía cecil

manifestantes cecil

Las cámaras de televisión captaron la llegada de Walter Palmer a su consulta, donde los manifestantes le gritaron «asesino» y le amenazaron advirtiéndole que «jamás olvidaremos lo que has hecho», e instaron a que le extraditaran (ver vídeo).

Palmer no ha sido acusado de ningún delito por la autoridades de Zimbabue –país en el que cualquier cazador debe ir acompañado en todo momento de un scout (guía) impuesto por el Gobierno, cuya función es la de controlar que la caza se lleve a cabo de forma correcta y que los abates sean los previstos en la correspondiente licencia–  y se reafirma en que la cacería fue legal –Zimbabue permite la caza de leones, cazar con arco y flechas, cebar a las piezas de caza y no es ilegal abatir un animal que porte un radiotransmisor–, asegurando que nadie en el grupo de caza se había dado cuenta de que el animal era el famoso león.

Según el resultado de la investigación llevada a cabo por el Gobierno de Zimbabue, Cecil, de trece años de edad, era un león viejo, expulsado de la manada, que vagaba en solitario desde hace tiempo por los límites del Parque Nacional de Hwange. Cecil llevaba varios días siendo visto a unos dos kilómetros fuera de éste, atraído por los restos de un elefante fallecido por muerte natural, lugar hacia el que se dirigió el grupo para proceder a su caza.

Tras su abate y posterior rastreo, el grupo de caza se percató de que el león llevaba un collar con radiotransmisor GPS y, tras desollar el trofeo, dejaron en el mismo lugar dicho collar, colgado de una rama, y avisaron a las autoridades.

El informe oficial concluye que no hay cargos ni para el propietario de la finca, Honesto Trymore Ndlovu, donde se abatió el león ni para el cazador, Walter Palmer, y añade que la única critica, «si la hubiese», es que el cazador profesional, Theo Bronkhorst, procedió al desollado de la pieza sin avisar previamente a la autoridad de Parques Nacionales. Sólo Bronkhorst está citado el próximo día 18 de septiembre por las autoridades de Zimbabue para celebrar una vista sobre los hechos.

Sin embargo, Johnny Rodrigues, presidente de Zimbabwe Conservation Task Force, quien informó a la prensa de la muerte del león Cecil, ya ha sido sancionado por difundir noticias falsas y malintencionadas sobre la vida salvaje en Zimbabue (ver documento adjunto, página 2), por la Zimbabwe Parks and Widlife Management Authority.

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