Joaquim Chissano, expresidente de Mozambique, afirmó ayer lunes que los guardas del Parque Nacional de Kruger (Sudáfrica) habrían matado a unos quinientos furtivos mozambiqueños desde el año 2010, según informa Reuters.
Chissano mostró su preocupación el número tan elevado de compatriotas muertos por practicar el furtivismo en el Kruger, afirmando que cada una de esas muertes «significa más pobreza para sus familias, ya que no pueden contar con esa persona para lograr mejores condiciones de vida».
El Parque Nacional de Kruger sufre desde hace tiempo las incursiones de grupos de furtivos, principalmente desde Mozambique, país con el que comparte 350 kilómetros de frontera, que abaten ilegalmente elefantes para conseguir marfil, que posteriormente es vendido en el mercado negro.
Sudáfrica no se ha pronunciado sobre las declaraciones de Chissano, pero los guardas del Kruger tienen permiso para abrir fuego en caso de verse amenazados por los grupos de furtivos, que suelen estar fuertemente armados.
Mozambique aprobó en junio de 2014 una nueva ley para endurecer los castigos por furtivismo, incluyendo elevadas multas y hasta doce años de cárcel.
