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ASAJA Salamanca pide que la provincia sea declarada ‘zona libre de lobos’

Daños por lobos

ASAJA Salamanca solicita que la provincia salmantina sea declarada “zona libre de lobos” ante la manifiesta incompatibilidad del lobo con la ganadería extensiva. Los reiterados ataques de lobo que sufren los ganaderos salmantinos demuestran que al expansión de este depredador es mucho mayor de lo que dicen las estadísticas oficiales.

En un comunidado, ASAJA expone que el modelo de ganadería extensivo es vital para el desarrollo de una provincia ganadera como es Salamanca. «Somos la provincia española con mayor número de animales bovinos, una de las primeras en censo ovino, pilar fundamental para el porcino ibérico y poseemos una importante cabaña equina. Animales de todas estas especies han sido asesinados por el lobo, muchos de ellos como consecuencia del placer que siente el lobo al matar, tras saciar el hambre».

ASAJA Salamanca recuerda que las pretendidas medidas preventivas «que elucubran los grupos ecologistas», como la instalación de pastores eléctricos, son en primer lugar inviables implantar en la ganadería extensiva. Los proyectos pilotos desarrollados en otras provincias, en colaboración con algunas organizaciones ecologistas, han constatado que son un rotundo fracaso ante el lobo. «Eso, sin tener en cuenta que en algunas zonas su uso ya ha implicado sanciones económicas para los ganaderos por parte del SEPRONA y que los propios ecologistas han abogado por su eliminación en otras».

«Tampoco es viable la implantación de mastines para defenderse contra el lobo», añade la organización. En primer lugar, porque esa medida no elimina la necesidad de alimentarse del depredador y por tanto, sólo traslada el lugar de los ataques. En segundo lugar, porque la presencia de estos perros se limitaría al sector ovino, puesto que su aplicación en vacuno es inviable. Y, finalmente, porque llenar el campo de perros, sólo conlleva que dentro de unos meses tengamos que hacer frente a ataques de cánidos en lugar del lobo.

Los ganaderos y agricultores de Salamanca se dedican a producir alimentos para las personas, «ecologistas incluidos», y no quieren criar terneros, corderos, ovejas, potros… para dar de comer a un depredador que mata por gusto, como es el lobo. «No existe mayor ecologista que el ganadero que con heladas, nieve, lluvia, viento… de madrugada o al anochecer, sin importarle que sea domingo o día festivos, está atendiendo a los animales que ve nacer, crecer y reproducirse para que luego, el lobo, disfrute asesinándolos».

La organización agraria confirma que en Salamanca hay un ganadero que en este año «ha visto morir a casi 70 ovejas por el lobo, que no ha respetado ni el mallazo de 1,50 metros de altura con el que las protegía. Un ganadero que este año apenas ha tenido corderos para vender por culpa de los abortos, o falta de celo de las ovejas que sobrevivieron» a los reiterados ataques del lobo. «Frente a él, se sitúa el ecologista de sillón y redes sociales, que no se juega un euro y que tiene la defensa del lobo por entretenimiento», añade.

ASAJA Salamanca solicitó el pasado 1 de diciembre al consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez Quiñones, que permita a los ganaderos participar en batidas organizadas contra el lobo, ante las dificultades que ha encontrado la Patrulla de Medio Ambiente para ejecutar el permiso que tiene desde finales de septiembre para abatir un depredador en Arribes. ASAJA agradeció la buena disposición mostrada aquel día por el Consejero, pero quince días después, y varios animales muertos después, exige Suárez Quiñones una respuesta inmediata. «Hay que recordar que la Junta dispone de un precinto para matar un lobo en Arribes desde finales de septiembre y ha sido incapaz de hacerlo, para desgracia de los ganaderos, y de los muchos animales que han sido asesinados en estos casi tres meses».

ASAJA Salamanca ya mostró el 1 de diciembre al Consejero su disponibilidad para colaborar en la coordinación de estas batidas organizadas en Arribes del Duero con el único objetivo de defender la ganadería extensiva y al ganadero.

«La defensa del medio rural pasa por apostar por las personas, por el ganadero. Y no por el lobo, por el asesino. ¿De qué sirven todas las estrictas normativas de bienestar animal que imponen las administraciones, si luego defendemos al lobo que en una noche puede matar 20 o 30 ovejas? ¿Esas ovejas, o terneros, no tienen derecho a una vida en libertad como el lobo? ¿No tienen derecho a contribuir a mantener vivo un ecosistema único en el mundo como es la dehesa? Defender el medio rural es apostar por el ganadero, y en el caso de Arribes del Duero, es hacerlo por mantener población en una zona donde el principal recurso económico es la ganadería extensiva», asegura ASAJA, que lamenta que «quizás» lo que persiguen los ecologistas, «con el beneplácito de los políticos salmantinos y castellanos y leoneses», es que la comarca de Arribes «se convierta en un desierto, sin personas,para que el lobo campe a sus anchas», olvidando que el lobo vive donde hay animales, «y si Arribes muere, el lobo se trasladará. El problema, cambiará de lugar pero no desaparecerá».

El lobo no sólo causa daños económicos, que en cada ataque son cuantiosos. El lobo también genera un «estrés y ansiedad en los ganaderos de la zona que no se puede cuantificar». Cada mañana se levantan con el temor y la angustia de qué se van a encontrar en su explotación. «¿Se imaginan que los ecologistas acudieran todos los días del año a su puesto de trabajo con la incógnita de poder ser despedidos porque tienen un jefe que por placer despide cada día a una decena de trabajadores? ¿Y además, la Administración no le concediera ningún derecho, ni paro, ni ayuda? ¿Y que el resto de la sociedad aplaudiera el despido? Eso es lo que sufren los ganaderos» al acudir cada mañana con la incógnita de saber dónde ha matado el lobo. Si le toca, la Administración le pone «mil trabas» para indemnizarle una parte de las pérdidas, y encima tienen que soportar «la alegría de una parte de la sociedad por su desgracia».

ASAJA no pretende incumplir la normativa europea que protege al lobo, «normativa que no comparte por defender a un asesino, como es el lobo, antes que a las personas». Esta organización agraria considera que existen otros lugares y métodos más recomendables para su supervivencia. «Arruinar a los ganaderos, no debería ser la primera opción para defender a un asesino».

ASAJA pide a los partidos políticos, a la Diputación, a los Ayuntamientos y a la Junta de Castilla y León, que Salamanca sea declarada de manera inmediata “Zona Libre de Lobos” en defensa de los ganaderos, de la ganadería extensiva, del desarrollo rural, y de las personas que sin ser ganaderos habitan en estas zonas. «Arribes nunca fue tierra de lobos, y no hay razón para que ahora sea conservado en esta zona», por ese motivo, insta a las Administraciones correspondientes a que adopten las medidas necesarias para expulsar al lobo de manera urgente de Salamanca, y al resto de organizaciones y entidades públicas, que respalden esta iniciativa en defensa del medio rural.

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