El pueblo indígena dukha, que conforman unas 500 personas, es también conocido como tsaatan. Muchos han sido sedentarizados, pero unos 200 siguen siendo cazadores-recolectores nómadas. Migran con sus renos y viven en la taiga, en tiendas de lona que llaman alaci. Los dukhas mantienen un vínculo muy especial con los renos, de los que se sirven para trasladarse y para conseguir leche. Solamente sacrifican renos en caso de que sean muy viejos o en épocas desesperadas. Para alimentarse cazan animales salvajes como ciervos, jabalíes y alces, y recolectan patatas y bayas silvestres.
Survival indica que los dukhas han cazado de forma sostenible durante generaciones, siguiendo sus propias y estrictas reglas que establecen la cantidad de animales que pueden cazar, así como cuándo y los lugares donde pueden hacerlo. Estas normas garantizan que no se caza en exceso, sino únicamente acorde a sus necesidades. La caza no es para ellos solo una forma de obtener comida: es una parte integral de su modo de vida.
Los dukhas se preguntan por qué los foráneos les imponen estas restricciones en nombre de la conservación de la naturaleza, cuando ellos ya cuidan con esmero cómo cazan y protegen su tierra. Pruebas por todo el mundo demuestran que los pueblos indígenas y tribales cuidan de su medioambiente mejor que nadie. Son los mejores conservacionistas y guardianes del mundo natural.
En palabras de un anciano dukha: “Este es nuestro hogar. Hemos vivido aquí durante generaciones. Nos aseguramos de cuidar nuestra casa. ¿Cómo pueden los foráneos venir a decirnos que se protege con multas y listas mientras nosotros ya llevamos haciéndolo desde hace siglos?”.
Publicado en www.survival.es