Opiniones Pluma invitada

¿A quién le corresponde conservar la fauna y sus hábitats?

Campos Bardenas copy JM Agramonte

Desde hace unos años, el deterioro del hábitat y las especies que habitan en las zonas cerealistas de Navarra es imparable. Es público y notorio que las concentraciones parcelarias que desfragmentan el territorio, las modernas prácticas agrícolas, los fitosanitarios y herbicidas que se utilizan, y el exceso de los predadores que ante la falta de cobertura vegetal les acechan, están ocasionando un implacable deterioro de todo ello.

Dentro de las especies de todo tipo que por estas causas están en franca regresión, un ejemplo muy significativo es el de la emblemática perdiz, antes tan abundante, la cual, por más que por parte de las sociedades de cazadores están intentando poner lo que pueden para frenar su deterioro. Otro ejemplo es el de la liebre y codorniz, esta última cuyo deterioro está muy relacionado por los cambios al adelantarse los ciclos vitales de la recolección del cereal al cosecharse cuando están todavía criando. Por más que se limita o se prohíbe su caza, poniendo bebederos, arrendando campos que cultivan de forma ecológica, se encuentran con un muro infranqueable ya que la solución a los problemas es de ámbito estructural, brillando por su ausencia las medidas correctoras que se deberían aplicar.

Esto no solo ocurre con especies de caza, sino también con especies protegidas, como, por ejemplo, el urogallo o la avutarda, los cuales desde hace muchos años no se consigue que aumenten, limitándose el guarderío a vigilarlas y contarlas, cuando deberían de ser un instrumento funcionarial para controlar las necesarias mejoras del territorio que deberían aplicar la administración.

Centrándonos en la solución del problema, desde ADECANA afirmamos que, según lo dispuesto en el artículo 2 de la Ley Foral 2/1993, de 5 de marzo, de Protección y Gestión de la Fauna Silvestre y sus Hábitats, el Gobierno de Navarra, por ley, es a quien le corresponde conservar la fauna silvestre y sus hábitats, debiéndolo proteger, conservar y mejorar.”

Es muy claro que, en base a lo establecido en sus artículos 2 y 4, “Es a la Administración Publica de Navarra, concretamente a su Departamento de Medio Ambiente, al que le compete velar por el mantenimiento de la biodiversidad mediante medidas para la conservación de la fauna y sus hábitats naturales”. “Esta obligación legal de proteger, conservar y mejorarlo no solo es general, sino que expresamente en la Ley se establece que comprenden tanto las medidas positivas, encaminadas a la prevención, y eliminación de sus conductas y actividades que supongan una amenaza para su existencia, conservación y recuperación”.

En su punto 3 se establece que, además de la protección “in situ” anteriormente señalada, el Gobierno de Navarra elaborará planes de conservación de los recursos genéticos procedentes de la fauna silvestre, con vistas a posibilitar una futura adaptación de las especies y poblaciones amenazadas frente a las condiciones ambientales cambiantes, incluyendo plagas, enfermedades, cambios climáticos o contaminación ambiental”.

De todo ello es deduce que este articulado impone que el Gobierno de Navarra está obligado a adoptar las medidas correctoras y restauradoras para la eliminación de las situaciones de desequilibrio ecológico existentes, tales como barreras ecológicas, hábitats alterados o degradados, vertidos incontrolados.

Desde ADECANA nos gustaría conocer qué medidas a este respecto se están llevando a efecto para cumplir lo que establece la normativa, y no nos referimos únicamente a este Gobierno, sino a “todos”  los que a lo largo de estos últimos años han pasado por el Departamento y han hecho muy poco para arreglarlo. Los cazadores estamos hartos de requerir a los distintos equipos de Gobiernos que cumplan las obligaciones que establece la normativa, pero parece que pretenden que solo sea papel mojado.

Con ello los cazadores no pretendemos que se les limite a los agricultores su medio de vida, muchos de los cuales son como nosotros cazadores, sino que las medidas correctoras que pudieran ser aplicables sean subvencionables por la administración, ya que hay mucho dinero procedente de la Comunidad Económica Europea que para ello se puede canalizar a través de los Planes de Desarrollo Rural. Este es el camino y desde aquí animamos al Gobierno de Navarra que sea valiente en aplicarlo.

ADECANA propone que los POC deberían ser integrales 

La Administración Foral dispone de un valioso instrumento para la mejora de los hábitats que lo tiene sin aprovechar, como son los Planes de Ordenación Cinegética, (POC). Desde ADECANA opinamos que estos están sin aprovechar, ya que prácticamente no se utilizan para mejorar el hábitat, sino que se limitan a ser un mero instrumento de conteo de los ejemplares que habitan en el coto, y en base a ello concretar el número a extraer cinegéticamente. Si uno de los mayores problemas de la caza y el medio ambiente es el deterioro medioambiental, los POC no deberían limitarse al ámbito cinegético, sino que estos deberían ser integrales incluyéndose lo relativo a las mejoras de hábitat, la administración local, y las actividades agrícolas, ganaderas, turísticas, etc. Los cazadores estamos hartos de que se nos pretenda obligar a contratar un guarda cuya mayor parte de las competencias que pretenden exceden al ámbito estrictamente cinegético, las cuales por ley les corresponde asumir por Ley a la administración.

Por Asociación de Cazadores Navarros (ADECANA)

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