La inestabilidad en la región y las actividades industriales petroleras en el desierto del Sáhara han empujado al adax, el antílope africano que migra por el desierto, al borde mismo de la extinción en libertad. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) ha lanzado hoy la señal de alerta, pues el censo más reciente de la especie sólo encontró tres ejemplares sobreviviendo en la naturaleza.
“El drama del adax es un ejemplo de la crítica situación que vive la fauna salvaje en nuestro planeta. La supervivencia de muchas especies está en peligro por el aumento de los mismos problemas a los que se enfrenta el adax: la construcción de infraestructuras, las actividades industriales y el furtivismo”, ha comentado el responsable del programa de especies de WWF España, Luis Suárez.
En marzo, un exhaustivo censo por el hábitat del adax encontró tan sólo tres ejemplares en libertad, según los expertos de la Convención de Especies Migratorias, la UICN y dos de sus organizaciones aliadas en la región, el Sahara Conservation Fund (SCF) y la ONG Noé.
El adax está estrictamente protegido por las leyes de Niger, y también por la Convención de Especies Migratorias, ya que su hábitat histórico se extiende dentro de la vecina Chad. Sin embargo, el territorio del adax ha sido invadido por las instalaciones en Niger de la Corporación Nacional Petrolera de China (CNPC), y por el intenso tráfico de maquinaria pesada asociado. Además, el furtivismo del adax ha aumentado enormemente por el desplazamiento de soldados para proteger a la industria petrolera. El impacto del furtivismo ha sido especialmente grave en su último refugio, la Reserva Natural de Termit & Tin-Toumma en el este de Níger, el área protegida más extensa de África.
Según la UICN, la situación de inestabilidad que vive la región desde la guerra de Libia, en 2011, también ha contribuido al colapso de las poblaciones del Adax, por el movimiento de grupos armados. Los hábitats del adax, antes remotos, se han convertido en un punto caliente del tráfico ilegal de vida salvaje, armas, drogas y personas. “Estamos contemplando en tiempo real la extinción de esta especie tan icónica y antaño abundante.
Sin acción inmediata, el adax perderá la batalla por la supervivencia frente al furtivismo descontrolado y la pérdida de hábitat”, ha asegurado el Dr. Jean-Christophe Vié, el director adjunto del Programa Global de Especies de la UICN. Los expertos de la UICN han propuesto una serie de medidas de emergencia para salvar al adax de su inminente extinción: proteger a la población superviviente, detener la caza furtiva por soldados y conseguir la cooperación de la CNPC, además de reforzar la población actual introduciendo ejemplares criados en cautividad.
