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Marco polo bolshoi, en el país de los tayikos, la cima del Pamir

rececho tayikistan marco polo bolshoi

Hace ya mucho tiempo que soy un apasionado de la caza, todas las modalidades y abates tienen algo distinto, pero si tengo que elegir una modalidad, desde luego, sin despreciar ninguna, me inclino por la caza de alta montaña.

sci Catalunya logoHabía oído hablar de montañas duras, climas extremos y cacerías que hicieron que todos esos países acabados en stan, que en persa significa «tierra», así países como Pakistán, Uzbekistán, Kazhastán, Tajikistán y otros,vinieran continuamente a mi mente, ya fuera despierto o dormido.34 tayikistan marco polo bolshoi

La posibilidad que me han brindado las circunstancias, mi empeño y algún que otro empujón, han hecho que me dedique profesionalmente a la caza y que haya tenido la posibilidad de conocer varios de estos países. Esta vez no sólo era de uno de las ‘tanes’, sino que, además, el objetivo era el mágico marco polo con el que tantos cazadores hemos soñado.

País de los tayikos7 tayikistan marco polo bolshoi

Uno de mis clientes y amigos, Mikhail, me llamó y me dijo que quería cazar un marco polo y que no le importaba el esfuerzo, pero que lo quería grande o, como dicen los rusos, bolshoi. Evidentemente, el destino que buscaba era Tajikistán.

El nombre del país ya encierra un anuncio de aventura, etimológicamente significa país de los tayikos y popularmente se dice que tayiko es una referencia a la cima del Pamir.

Para situar el país, estamos refiriéndonos a una república semipresidencialista ubicada en el Asia central entre países, con los que tiene frontera, como China, Afghanistán, Kirguistán y Uzbekistán. Tiene una población estimada de ocho millones de habitantes, con capital en Dusambé y una superficie de 143.100 km2, algo más que una cuarta parte de España, para hacernos una idea.

8 tayikistan marco polo bolshoiSi bien la capital se está modernizando a marchas forzadas, las huellas de la independencia de la URSS (1991) y la guerra civil sufrida entre 1992 y 1997 sigue patente en las zonas rurales e infraestructuras, lo que hace que los viajes por carretera sean realmente pesados.

Llegó el día, era 21 de noviembre de 2015, y partimos desde Barcelona rumbo Dusambé, con escala en Estambul. La compañía Turkish aún es una de las que se pueden recomendar si se viaja con armas. En este caso, Mikhail llevaba su propio rifle preparado para tirar a larga distancia, ya que previamente le avisé de la dificultad, por la longitud de tiro, que tendría si avistábamos lo que él quería, un trofeo importante.

Tras un largo vuelo llegamos a Dusambé donde los agentes locales nos esperaban y, tras pasarnos a la sala VIP, se encargaron de tramitar todo el papeleo y permisos de armas, trámites que duraron un buen rato. Cansados, fuimos al hotel para esperar el vuelo eterno que nos llevaría al Pamir. Mi esperanza en el vuelo, vamos a decir que era dudosa: el mal tiempo que reina en estas cumbres ya me había jugado demasiadas veces la mala pasada de dejarme en tierra. Tener que desplazarme por carretera… Desgraciadamente, así fue una vez más.

Cazando a 4.200 metros de altitud

4 tayikistan marco polo bolshoiTras un refrigerio, salimos hacia Khorog, nos esperaban ¡20 horas de coche! Al mal tiempo, buena cara. Nos pusimos en marcha y, a las 08:00 horas del día siguiente, llegábamos a una zona donde estuvimos unas cuantas horas para ir aclimatándonos a la altura, ¡estábamos ya a 2.500 metros! Otro tentempié y al coche, y cinco horas más hasta llegar al campamento base situado a 4.200 metros de altura, donde ya se nota la falta de oxígeno. La temperatura en el interior del refugio era de 13 grados.

Tras un merecido descanso, nos levantamos para consumir lo que sería el primer día de caza. Antes que nada, se probaron los rifles, acreditando Mikhail que venía con los deberes hechos, realizando magníficos tiros a distancia realmente largas. Ese primer día nos dio tiempo a estudiar la zona de caza y a avistar los primeros marco polos, si bien no pudimos apreciar la presencia de ningún macho de las características que buscábamos, con lo que volvimos al campamento y dimos por concluido nuestro primer día.rececho tayikistan marco polo bolshoi

Nuevamente en pie, vimos desde lejos un grupo de los codiciados carneros compuesto de machos y hembras, decidiendo hacerles una entrada. Cuando llegamos al grupo, los machos habían desaparecido, quedando las hembras que ni se inmutaban. Seguimos buscando, y tras varios avistamientos,  vimos un grupo de cuatro lobos en un testero. Teníamos licencia para abatir uno, por lo que decidimos intentar el tiro. Los cánidos iban alejándose a trote perruno y, cuando pudimos estar listos para disparar, la distancia se hizo impracticable, volcando los animales y perdiéndolos de vista.

“Encontramos el ansiado grupo y, entre ellos, un gran macho. La distancia era mucha, 750 metros, pero no podíamos acercarnos más y Mikhail aseguró que se atrevía a tirar con un alto porcentaje de éxito”

Los días eran cortos y debíamos asegurarnos de no quedar en la montaña cuando empieza a oscurecer, la temperatura, mientras cazamos, llega a un máximo de menos cinco grados, pero, en cuanto desaparece la claridad, el termómetro se desploma hasta los 20 grados bajo cero.  Volvimos al campamento y decidimos, para el día siguiente, explorar otra parte del cazadero donde uno de los locales aseguraba haber visto un animal de las características buscadas.64 tayikistan marco polo bolshoi

Abatimos al bolshoi

El día de caza consistía en acercarnos a la zona de caza con un Lada Niva, reminiscencia de la época soviética, donde oteábamos los cazaderos. Una vez avistado el grupo o animal, indicábamos el acercamiento a peón recorriendo distancias considerables hasta poder hacer la asomada y donde, en caso de ser infructuosa, aprovechábamos para comer ‘el taco’, consistente en té, mucho té, una especie de carne de cordero o marco polo, entre seca y ahumada, nada parecida al biltong africano o a nuestro tasajo, y alguna galleta.

A la vuelta al campamento, más de lo mismo, si bien esta vez era en sopa de alto contenido en cordero y mucho más té. Debo reconocer que la comida caliente, aunque fuese monotemática, se agradecía enormemente.

Pero volvamos a cazar. Nuestro guía, Kharim, aseguraba que en la zona íbamos a encontrar un magnífico carnero y con esas ganas nos desplazamos. Empezamos los avistamientos sin que el preciado trofeo apareciese. Grupos de hembras, jóvenes y machos pequeños aparecían sin que diese la cara el deseado.

11 tayikistan marco polo bolshoiSubimos un poco más y llegamos a una altura de 5.000 metros para poder ver mejor un grupo, pero, cuando llegamos… no estaban. Iniciamos el descenso y, de repente, encontramos el ansiado grupo y, entre ellos, un gran macho. La distancia era mucha, 750 metros, pero no podíamos acercarnos más y Mikhail aseguró que se atrevía a tirar con un porcentaje alto de éxito.

Nos apostamos y, muy lentamente, como a cámara lenta, oímos el estruendo provocado por el disparo. El marco polo lo acusó, pero no era letal y empezó lentamente a alejarse de nosotros. Mikhail cargó de nuevo y volvió a tirar, alcanzando al animal otra vez, sin embargo, en un último esfuerzo, consiguió volcar y lo perdimos de vista.

Nos acercamos al tiro con mucho esfuerzo y encontramos un charco de sangre, pero, empezaba a oscurecer y convenía volver al campamento por las razones que antes he mencionado, dejando el cobro, del que estábamos seguros, para el día siguiente. Yo, sin decir nada, sólo rezaba para que ningún lobo  encontrase el rastro y al día siguiente lo encontrásemos entero.

“Llegamos a una altura de 5.000 metros para poder ver mejor un grupo, pero cuando llegamos… no estaban. Iniciamos el descenso y, de repente, encontramos un gran macho”

Nos levantamos todos nerviosos y nos dirigimos al tiro nuevamente… y no vimos el animal. Las dudas nos asaltaron, sin embargo, y tras seguir el rastro cada vez menor, encontramos el carnero muerto en un pequeño valle del que no pudo salir.

24 tayikistan marco polo bolshoiLos guías, con mucho esfuerzo, lo sacaron y las fotos, el júbilo y las felicitaciones sustituyeron al cansancio, temor y nervios que habíamos pasado.

Era un gran macho de 59 pulgadas el cuerno completo y de 51 el cuerno roto, allí olvidamos el mal de altura que, evidentemente, nos acompañó durante nuestra cacería, y el agotamiento que provocaba el dar cuatro pasos se había olvidado.

Tras el íbexi

Bajamos al campamento base y preparamos el animal para poder desplazarnos. Nos quedaban tres días y habíamos decidido intentar abatir el íbex, conscientes de que iba a ser a contrarreloj. Si bien los íbex están más bajos que los marco polo, el espacios que ocupan es mucho más escarpado y agreste.

El primer día de íbex una niebla nos envolvió e hizo que perdiéramos un día entero de caza, hecho que todavía nos presionó más por el tiempo que quedaba hasta tener que volver a la ciudad para preparar la vuelta.

Sólo nos quedaban dos días y seguimos intentándolo. Al poco rato de iniciar el rececho vimos un magnífico macho que se encontraba a 500 metros. Viendo el tiro hecho con el marco polo, estaba seguro de que el animal caería al primer disparo de Mikhail; sin embargo, el tiro le quedó un poco alto, a escasos centímetros de la cruz del animal, que, al sentir el taponazo en la pared, huyó despavorido sin dar una segunda oportunidad. Vuelta al vehículo para cambiar de zona y durante el traslado se nos pincharon dos ruedas, eso provocó la pérdida del resto del día sin poder avistar ningún caprínido más.

“Seguimos de forma desesperada el rececho perdiendo por un momento la presencia de los íbex para ganar altura y poder salir un poco más cerca. Cuando llegamos al asomadero… los íbex habían desaparecido”

3 tayikistan marco polo bolshoiLlegamos al último día e iniciamos nuevamente el acercamiento con el Lada y búsqueda por zonas de animales. Finalmente vimos un grupo de íbex donde destacaban varios buenos machos. Iniciamos el acercamiento y a medida que disminuimos la distancia nos percatamos de que nos habían visto.

Seguimos de forma desesperada el rececho perdiendo por un momento la presencia de los íbex para ganar altura y poder salir un poco más cerca. Cuando llegamos al asomadero… los íbex habían desaparecido, por eso son grandes, estaban en una situación donde sorprenderles era difícil y su estrategia surtió efecto.

Volvimos un poco cabizbajos al vehículo y dimos por concluida la cacería, debíamos preparar las cosas para volver a la ciudad. Allí ,tras un más que ganado descanso, acompañé a Mikhail al aeropuerto donde me despedí de él, teniendo posteriormente noticias de su llegada a Barcelona.

Yo me iba a quedar para preparar otro campamento en la zona de Baljuvon, esperando la llegada de tres cazadores, cacería que resultó posteriormente cargada de aventuras desde el principio hasta el fin. Pero dejo el relato a cualquiera de los tres, que podrán relatar la vivencia en sus propias carnes, si bien, todos ellos, manifestaron, una vez de vuelta en el hotel, que iba a ser uno de los viajes difíciles de olvidar.

Allí espero volver esta primavera para ir tras los íbex y los grandes jabalíes… que, haberlos, haylos. CyS

Por Pablo Carol / SCI Catalunya Chapter / International Wild Hunting   

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