Siempre pasa igual. De camino al cazadero salen las inevitables preguntas sobre la calidad de los trofeos, las distancias de tiro, piezas y lances pasados. Raro es el cazador que no deja claro, en esos momentos previos, sentados en la comodidad del vehículo, su decisión firme de tirar sólo a un gran trofeo: «¡¡De oro para abajo, nada de nada!! ¡¡De oro para abajo, yo no tiro…!!». Parar el todoterreno, poner las botas en el suelo y acometer la primera peña, acaban en un instante con la férrea pretensión, comenzando a servir casi todas las piezas que vamos viendo. Nuestro cuerpo se resiente y el cerebro pide acabar con el sufrimiento lo antes posible. Y es que la montaña es el reto por sí misma. A la dificultad de la pieza se une ahora algo tan evidente como llegar allá arriba, donde viven, con la obligación de superación personal que convierte a la modalidad en la reina de los recechos. Condición física debe ir unida a una no menor estabilidad mental, capaz de superar en ocasiones esa lucha interna para no abandonar.
OPINIONES
-
Corzos. Por Ángel Luis Casado
11 abril, 2024 0 comments
OPINIONES
-
Corzos. Por Ángel Luis Casado
11 abril, 2024 0 comments