El Fondo de Protección de los Animales Salvajes (FAPAS) ha publicado un artículo en el que sostiene que el zorro es «el animal más odiado en el mundo cinegético», siendo una especie acusada de provocar «todos los males que suceden en el campo» y que por ello es «acosado a tiros, trampas y venenos».
FAPAS considera que el verdadero enemigo del zorro es «la incultura». «De incultos está el campo plagado, lamentablemente mucho más que de zorros, pues por el campo no solo andan los cazadores, también muchos ‘expertos’ en conservación de la naturaleza».
Según esta asociación, «históricamente» al zorro le ha tocado cargar «con todas las culpas de lo que sucede en los territorios cinegéticos», comentando de forma irónica que se ha «comido» tantas perdices, conejos y faisanes «que es el responsable de su merma poblacional en España».
Y en el mismo tono refleja que la «plaga» de zorros es «tan insostenible que casi hay que llamar al ejército para controlarlos y aun así, por mucho que se maten, aparecen millares por todos lados, causando una quiebra en la naturaleza, la naturaleza del mundo cinegético».
Para FAPAS la dieta y el comportamiento del zorro «dista mucho de ser lo que se piensa» haciendo referencia a que es una especie con una biología singular, «bien poco conocida», y que el hecho de alimentarse de algunas presas que forman parte de las que el mundo de la caza «valora como suyas”, le ha puesto «en el punto de mira de sus armas», indicando que los criterios de eliminación de depredadores puede resultar problemático para la conservación de especies, citando como referencia un trabajo del Prof. Dr. Paul Müller «que llevó a cabo en su coto privado de caza» en Alemania.
