Nicolás Hulot, ministro francés de Transición Ecológica, anunció ayer por sorpresa su dimisión, tras una reunión sobre la caza presidida por el jefe del Estado, en la que Emmanuel Macron aceptó rebajar a la mitad el precio del permiso de caza y hacer una reforma de la actividad cinegética, lo que inquieta a los ecologistas.
Hulot hizo pública su decisión en una entrevista a una emisora de radio, indicando que tras su salida del Gobierno hay «una acumulación de decepciones», siendo la gota que colmó el vaso «descubrir» la presencia de «un representante que no estaba invitado» –en referencia a Thierry Coste, que trabaja para la Federación Nacional de Cazadores–, en la reunión del pasado lunes sobre la actividad cinegética en Francia.
Y aunque aclaró que su dimisión «no viene de una discrepancia sobre la reforma de la caza», sino a «una acumulación de decepciones», el exministro no dudó en definir a los cazadores como «grupos de presión» que cada vez tienen una presencia más «significativa» en los «círculos de poder».
Por su parte, Thierry Coste definió en Le Monde como «gran mentira» la afirmación de Hulot sobre la «presión» ejercida por los cazadores a la presidencia de la República, y dijo que se había estado en contacto con el exministro desde las primeras reuniones sobre la reforma de la caza sin que se hubiera planteado «ningún problema», señalando que la reforma de la caza «es buena tanto para los cazadores como para la biodiversidad» .
Por su parte, la Federación Nacional de Cazadores ha mostrado su sorpresa –después del «fructífero encuentro» en presencia del jefe de Estado francés, que tuvo lugar en el Elíseo durante dos horas–, por aprovechar Hulot la presencia de la FNC y en concreto de Thierre Coste, para dejar el cargo, «cuando ha validado todas las reformas sobre caza».
La FNC ha aclarado que, como asesor político de Willy Schraen, presidente de la Federación Nacional de Cazadores, Coste estuvo siempre presente durante los encuentros previos y, además, su presencia nunca fue cuestionada en la confirmación de asistentes de la Presidencia.
Nicolás Hulot, activista ecologista reconvertido a figura televisiva, donde popularizaba los problemas de medio ambiente, regresa así al lobby medioambiental «defraudado» por sus sonoras derrotas políticas, entre otras, el abandono de proyectos como la repoblación del lobo en territorio francés, no lograr el veto de la UE al glifosato y no haber conseguido que Francia reduzca su dependencia de la energía nuclear.
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