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Los cazadores gallegos se oponen a las batidas de jabalí en época de cría

La Asociación de Clubes e Cazadores de Caza Maior de Galicia ha puesto de manifiesto «su total rechazo y repulsa» a la concesión, por parte de la Dirección Xeral de Medio Ambiente, de batidas al jabalí en época de cría como medio de solución al problema de los daños que esta especie causa a la agricultura.

En un comunicado, esta Asociación explica que han expuesto ante la Dirección Xeral «de manera racional y en varias ocasiones» que existen otros métodos alternativos al problema, y que deben adoptarse exclusivamente en aquellas zonas que realmente sufren los daños, «que evidentemente no son todas las que aparecen plasmadas en el último mapa de Galicia facilitado por la Administración», asegura Óscar Garriga, presidente de la Asociación de Clubes e Cazadores de Caza Maior de Galicia. Garriga explica asimismo que en distintos medios de comunicación la Xunta ha calificado la situación como «plaga de jabalíes en Galicia», lo que a juicio de la Asociación que encabeza Garriga supone crear una alarma social «a todas luces inexistente» en la realidad de la mayoría de zonas marcadas en ese mapa.  

Recovas sí, perros atraillados no
En el mismo comunicado esta asociación denuncia que en la reunión del último Comité Galego de Caza se acordó el uso del perro atraillado durante todo el año, entre otras cosas para facilitar la dispersión de jabalíes en zonas problemáticas de daños sin afectar con ello a las propias crías del jabalí y de otras especies, y que ahora no se plasme ese acuerdo en la orden de vedas anual publicada recientemente. Dicha orden, por el contrario, sí contiene la autorización para soltar «20 ó 30 perros de manera indiscriminada, suponiendo en algunos casos un atentado en toda regla contra los períodos de cría de las distintas especies que pueblan nuestros montes», subraya Garriga.

Por todo ello, la Asociación de Clubes e Cazadores de Caza Maior de Galicia aboga por realizar un estudio y análisis concienzudo de las distintas zonas en las que se reclamen daños, «y no por un “café para todos” por el mero hecho de que alguien con intereses particulares, se permita echar mano de la complacencia administrativa, reclamando sin más».

Oscar Garriga señala que es «posible y seguro» que hay zonas con daños reales y cuantiosos, y que es ahí donde cazadores, agricultores y administración deben aunar esfuerzos conjuntos en aras de solucionar el problema, «aunque nunca a través de la masacre de animales en plena época de cría y con efectos colaterales en otras especies», recalca el presidente de la Asociación.

Por último, la Asociación explica en la nota de prensa que su intención es, al menos, «mitigar la barbarie, llamando a la conciencia de esas cuadrillas que se han prestado y se prestan como brazos ejecutores de estas medidas, reclamando su deber de responsabilidad como cazadores que se dicen ser».

En este sentido, la Asociación no entiende cómo si hay daños en una zona concreta, «algunos salen a “cordear” prácticamente toda la extensión del Tecor, ignorando por completo el porqué en “teoría” están ese día en el monte, que supuestamente debería ser para “solucionar un problema” y no para “cazar”.»  Más  incomprensible resulta aún, dicen, «es ver las prisas que se dan para intentar “meter y ceibar” en cuantos más sitios mejor».

Desde la Asociación de Clubes e Cazadores de Caza Maior de Galicia recuerdan que «la caza es un recurso renovable que para renovarse necesita gestión y sobre todo dignidad y conciencia».

Por último, esta Asociación manda un mensaje a los grupos ecologistas, y es que  «el movimiento se demuestra andando, y que el tiempo trae y lleva ocasiones en las que demostrar quiénes somos y las razones del porque lo somos. Una verdadera pena y lástima que estas cosas pasen desapercibidas, mostrando la verdadera cara y talante, para alguien que se enorgullece de defender la naturaleza y sus habitantes».

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