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Los casos de tularemia repuntan tras cuatro años sin infecciones

La tularemia en humanos puede estar rebrotando en la provincia de Zamora, ya que durante este año el Servicio Territorial de Sanidad ha recibido notificación de siete pacientes infectados por la bacteria, aunque solamente en uno de estos supuestos ha sido posible confirmarlo en laboratorio. La diferencia está en que los siete casos son de diagnóstico clínico, pero solamente en uno se ha podido determinar en laboratorio que la causante es la bacteria de la tularemia.

Los datos son compatibles con las informaciones publicadas por este diario que hablaban de al menos dos infectados en localidades de la provincia, y la voz de alerta lanzada por los cazadores sobre la presencia de la enfermedad en los campos.

Los siete casos con sospecha clínica de tratarse de tularemia suponen que se rompe la tendencia de cuatro años sin infecciones en la provincia, según los registros de la Consejería de Sanidad, que tiene calificada esta enfermedad como de declaración obligatoria. Estos informes indican que desde el brote de 2007, que dejó una cifra de 107 casos de infección en humanos en Zamora, la enfermedad había seguido una tendencia decreciente, con 26 casos al año siguiente, 2008 y tan solo dos en 2009. A partir de entonces, al menos oficialmente, no había habido más casos de tularemia, ni siquiera en 2013, cuando las estadísticas dan cero en Zamora. Sí es cierto que todos los años hay algún caso aislado en algún punto de la región: el año pasado uno en Valladolid, en 2012 dos (Burgos y Salamanca), los mismos que en 2011 (Burgos y León), por ejemplo.

Sin embargo, a lo largo de 2013 ha saltado la alarma en algunos puntos de la región, como Palencia, al registrarse de nuevo un aumento de casos, y lo mismo puede estar sucediendo en Zamora, aunque con unos registros que no tienen nada que ver con los elevados del año 2007.

La tularemia es una enfermedad que presenta por lo general síntomas semejantes a los de un proceso infeccioso (aparición brusca de fiebre alta, malestar general y, en los procesos más graves, lesiones en los dedos y ganglios axilares, alguna vez ulcerados); es endémica en Castilla y León, no es contagiosa entre personas y tiene un adecuado tratamiento mediante antibióticos prescritos por facultativos. La prevención es, sin duda, la mejor fórmula parta evitar su contagio, ya que la adopción de una serie de conductas fácilmente aplicables evita su transmisión.

Se trata de una bacteria que vive en muchas especies, como pueden ser los pequeños roedores, liebres y conejos. Ha de evitarse el contacto con animales muertos, enfermos o con comportamientos no naturales, así como el consumo de aguas no controladas sanitariamente. El uso de guantes por parte de cazadores o cuando se vaya a tocar la piel de alguno de estos animales es una medida preventiva eficaz. Desde el brote de 2007 la difusión masiva de consejos sanitarios fue uno de los aspectos que más contribuyó a disminuir la incidencia de la enfermedad, que parecía casi controlada en Zamora.

vía Los casos de tularemia repuntan tras cuatro años sin infecciones – La Opinión de Zamora.

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