La caza se ha convertido en un elemento fundamental de fijación de la población en el medio rural. Esta es una de las principales conclusiones que se obtuvieron en el foro que la Asociación de Propietarios para la Gestión Cinegética y Conservación del Medio Ambiente (Aproca España) organizó en el marco de la feria Cinegética que se celebró en Madrid y en el que participaron representantes de los diferentes sectores de la actividad cinegética en España.
El foro, que contó con tres mesas de trabajo, analizó en una de ellas la estructuración del empleo y de la formación en el sector cinegético, en la que se trató de exponer el problema de la falta de acreditación oficial en materia formativa de muchos de los empleos de la caza en España, así como la importancia de la cinegética como yacimiento de empleo en el medio rural, además, del papel que juega como elemento de fijación de la población gracias al vínculo que la caza genera al territorio.
En la segunda de la mesa, dedicada a debatir sobre el coste social en las actividades cinegéticas para trabajos eventuales, se analizaron los problemas que existen en la contratación del personal de cacerías de forma eventual.
Por un lado, se puso de manifiesto la imposibilidad de llevar a cabo esta acción en cacerías de tipo lúdico o deportivo y por otro, para las cacerías comerciales, la dispersidad jurisprudencia y legislativa a la hora de encuadrar a los trabajadores de actividades cinegéticas en un régimen determinado.
Por último, en la mesa de trabajo que disertó sobre turismo cinegético, se habló acerca de las dificultades de la exportación de la oferta española en Europa con un producto diferenciador, sobre todo, por las trabas administrativas que las autonomías ponen a los titulares y gestores de cotos de caza, para lo cual han pedido un marco normativo más justo y flexible.
Estas conclusiones han sido remitidas a las Consejerías competentes en materia de caza en cada región, además de al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama), cuya Secretaria General de Agricultura y Alimentación, Isabel García Tejerina, asistió al acto de clausura del mismo.
CONCLUSIONES DE LOS GRUPOS DE TRABAJO DEL I FORO LA CAZA FUENTE DE EMPLEO DEL MEDIO RURAL
GRUPO 1.
ESTRUCTURACIÓN DEL EMPLEO Y FORMACIÓN EN EL SECTOR CINEGÉTICO.
1.Necesidad de adaptar los perfiles profesionales del sector cinegético que no tienen reconocida acreditación oficial en el sistema de la formación profesional dentro de los niveles ocupacionales que tiene el Ministerio de Educación.
2.La aportación económica de la actividad cinegética al medio rural debe ser visualizada y conocida, se debe realizar un estudio completo y exhaustivo en este sentido en el que deben participar las administraciones públicas y el sector, con participación, transparencia y rigor.
3.La caza genera una riqueza que se estima en 3.635.756.996 euros y fija población principalmente en el medio rural. El número de empleos generados por la caza está entre cincuenta y sesenta mil.
4. La actividad cinegética requiere un tratamiento técnico similar al de una ganadería, en este caso de especies silvestres, que disponga de los mismos apoyos administrativos y genere más riqueza y nuevos puestos de trabajo en el medio rural.
GRUPO 2.
DEBATE SOBRE EL COSTE SOCIAL EN ACTIVIDADES CINEGÉTICAS PARA TRABAJOS EVENTUALES ¿CONVENIO AGRÍCOLA O CONVENIO COLECTIVO PROPIO?
1.Hoy en día no se tiene conocimiento suficiente para evaluar la conveniencia de un convenio colectivo, en base a la distribución multisectorial de la actividad cinegética, ya que se tendrían que sentar en una misma mesa todas las partes implicadas: Ministerio de Trabajo, Seguridad Social, trabajadores y empresarios.
2.Nos encontramos ante una gran dispersidad tanto a nivel jurisprudencial como a nivel legislativo a la hora de encuadrar a los trabajadores del mundo cinegético en un régimen determinado (general, agrícola).
3.El trabajo indefinido, en principio, no plantea problemas contractuales. El problema radica en encontrar una solución a los trabajos eventuales, por lo que habrá que encontrar una solución que agilice las altas y bajas de la Seguridad Social. E incluso considerar algunos de los trabajos como marginales en base al artículo 7.6. de la ley General de la Seguridad Social (SS).
4.Habrá que diferenciar cuándo la caza se realiza a nivel comercial, más profesionalizado o a nivel lúdico, con carácter más deportivo.
GRUPO DE TRABAJO 3.
TURISMO CINEGÉTICO: EXPORTACIÓN DE LA OFERTA.
Para atender a un turismo cinegético internacional de calidad con unas mínimas garantías de continuidad, hay que poder mantener un producto de calidad y además con buenos servicios.
Por tanto, son necesarios varios cambios:
1.Distinguir acotados donde se practica la caza para erradicar o controlar las especies cinegéticas con objeto de evitar daños, accidentes y riesgos sanitarios (acotados cuya vocación no es la producción de especies cinegéticas), de aquellos acotados dedicados profesionalmente a la producción de especies cinegéticas para su comercialización. Y legislar de tal forma que estas explotaciones (granjas cinegéticas, explotaciones industriales y cotos turístico cinegéticos) puedan desarrollar su trabajo adecuadamente y sin las trabas que la legislación vigente ocasiona.
2.Establecer una formación reglada para aquellas personas que quieran dedicarse profesionalmente al turismo cinegético. Para garantizar una oferta de calidad, minimizar los accidentes de caza y normalizar la actividad económica y su fiscalidad.
3.Establecer un marco legislativo que garantice un comercio justo para las producciones cinegéticas (tanto para la venta de caza como para la venta de carne), al igual que también es necesario para el resto de los productores del sector primario, y que facilite a los productores la trasformación in situ de sus producciones de tal forma que participen en mayor porcentaje sobre el valor del producto final.
4.Reconocer a estos productores cinegéticos como el ejemplo paradigmático de las aspiraciones de la PAC para el periodo 2014-2020, por cuanto, diversifican la producción primaria, con un producto de altísima calidad, que ofrece un valor añadido y que conserva mucho mejor el medio ambiente. Y que por tanto, sean objeto de percepción de las ayudas al igual que otras explotaciones agropecuarias.
