La asamblea general de la Federación Galega de Caza, celebrada el sábado, día 13, en Santiago de Compostela, daba luz verde a las cuentas del pasado ejercicio, que presentan una salud aceptable, al tiempo que facultaba a la junta ejecutiva para establecer el precio de la licencia federativa autonómica. Se aprobaban también por unanimidad el resto de los puntos de la orden del día, entre ellos la adecuación de los estatutos federativos a la nueva Ley del Deporte de Galicia, pero una vez más la atención estaba marcada por el debate de la nueva Ley de Caza de Galicia.
Los tecores -antes denominados cotos de caza- regentados por sociedades federadas, que representan en la actualidad casi el 90% de los existentes en la Comunidad Autónoma, estarían dispuestos, de no recogerse las alegaciones del colectivo en la nueva ley, a devolverlos a la Administración Autonómica, y por tanto sería ésta la que tendría que hacerse cargo de los accidentes y de los daños producidos por las especies de caza. El plante de los cazadores haría muy difícil la convivencia entre la fauna cinegética y el rural gallego.
La asamblea acordaba, antes de iniciar el calendario de movilizaciones, reunirse con todos los grupos parlamentarios, y en función del resultado de estas reuniones celebrar asambleas abiertas a todos los cazadores para adoptar las medidas a llevar a cabo frente a la Administración, que podrían desembocar en una gran manifestación del colectivo cinegético y en la entrega de los permisos administrativos de los tecores a la Xunta de Galicia.