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La Xunta remitirá al Parlamento la nueva Ley de Caza de Galicia

El presidente del Gobierno gallego, Alberto Núñez Feijóo, avanzó ayer, en la rueda de prensa del Consello, que la Xunta remitirá al Parlamento la nueva Ley de Caza de Galicia, un texto actualizado, que prima la seguridad, avanza en el concepto de la caza como un instrumento que puede contribuir a la economía del rural y que establece un límite de 16 años para practicar este deporte.

 

“En definitiva, actualizamos un texto que tenía una vigencia de 16 años para acomodarlo a las necesidades del mundo cinegético, para avanzar en la concepción de la caza como un elemento que puede contribuir favorablemente a la economía del rural, para ahondar en el ejercicio de una caza más responsable, para mejorar y concretar el régimen sancionador y para fijar con más claridad la responsabilidad de cada uno, y con un límite de 16 años para practicar este deporte”, precisó.

Feijóo calificó el nuevo documento normativo de una enorme importancia territorial, económica y social: “Territorial -dijo- porque el 80% del territorio gallego es cinegético; económica, porque estamos hablando de un movimiento económico de más de 90 millones de euros cada año; y social, porque hay 440 tecores y cerca de 50.000 licencias de caza en la comunidad”.

En relación a la actividad cinegética, el titular de la Xunta destacó que la norma da un impulso especial a las explotaciones cinegéticas comerciales que se contemplan como un instrumento de interés para hacer rentables económica y socialmente los espacios cinegéticos. “Modificamos el concepto legal de caza, como una actividad que va más allá del deportivo o del lúdico, y que también tiene una función social, especialmente como instrumento para la gestión de las poblaciones silvestres que, en algunos casos, son causa de graves daños tanto en la agricultura como en la ganadería y en los accidentes de tráfico”.

En relación a la seguridad, la norma, además de blindar el límite de edad en 16 años, refuerza la exigencia de seguridad con una regulación mucho más precisa que define claramente qué es un cazador y en qué consiste la caza; conceptúa las especies que son objeto de caza; clasifica los terrenos, distinguiendo entre los que son cinegéticos y los que no y las zonas que se consideran refugios de caza; concreta qué armas se pueden utilizar y qué munición; e incluye nuevas modalidades de caza.

Asimismo, el texto define con mayor claridad los vedados de caza y permite gestionar estas zonas siguiendo un procedimiento y previa autorización, con el fin de conseguir que sirvan para lo que fueron diseñados y que haya una mayor protección y control.

 

La nueva ley establece, también, la figura del responsable de las cacerías, que será la persona a la que le corresponde velar por que se cumplan las normas en una cacería colectiva, crea el Fondo de Corresponsabilidad, que permitirá repartir las cargas de los daños que causen las especies cinegéticas entre todos los agentes implicados, y eleva de 12 a 18 los supuestos de sanciones graves.

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