La Unión Nacional de Asociaciones de Caza (UNAC) considera que el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente da la espalda a la caza y a los cazadores.
Al parecer, el Ministerio de Medio Ambiente tiene dos varas de medir: una corta para la UNAC, con la que no se ha reunido ni una sola vez el Sr. Cañete desde que está como Ministro y se le ha pedido, siendo la callada por respuesta; y una larga con las cinco veces que se ha reunido con los ecologistas en un año, «Miguel Arias Cañete se reúne con WWF España, SEO/Birdlife, Amigos de la Tierra, Greenpeace y Ecologistas en Acción».
Además, el Ministerio tiene dos tratos de favor: uno de rechazo, el que ha dispensado a la UNAC, denegado todo lo que ha pedido, excepto formar parte del Comité de Seguimiento de la Red Rural; y la otra de favor, en la que la financiación de los ecologistas debe ser atendida con los ingresos que se generan, cuando los ciudadanos marcan la casilla de interés social en su declaración de IRPF, «Real Decreto 699/2013, de 20 de septiembre, por el que se establecen las bases reguladoras para la concesión de subvenciones a entidades del tercer sector u organizaciones no gubernamentales que desarrollen actividades de interés general consideradas de interés social en la protección del medio ambiente.»
Si la Sra. Narbona pasó a la historia como la Ministra que les tendió la alfombra roja y les metió dentro del Ministerio por decreto-ley a los ecologistas, el Sr. Cañete pasará a la historia como el Ministro que les ha puesto una paga vitalicia para la eternidad.
En resumen, la caza paga por licencias de caza, matrículas de cotos, montes públicos, por daños de las especies silvestres a la agricultura y en las carreteras, etc., invierte y contribuye a la preservación y protección del medio ambiente en la parte del patrimonio natural cinegético que a ella se le encomienda, ¿y en qué apoya y qué le da el Estado a la caza? Nada, la ignora.