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¿Quién dijo que no es posible recuperar la perdiz roja silvestre?

Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de León y financiado por la Diputación de Valladolid, ha demostrado que es posible recuperar la perdiz roja silvestre. Los resultados arrojan esperanza para muchos cotos en los que la situación de la “reina de la caza menor” es límite, publica la web cienciaycaza.org. 
En palabras de José A. Pérez, que lideró el trabajo de campo, el objetivo de esta investigación fue estudiar el efecto de medidas de gestión cinegética en las poblaciones de perdiz roja, siendo la finca de Matallana un hábitat típico para la especie que, en el comienzo del estudio (1995), contaba con una pequeña población de perdices (unas 3 parejas por cada 100 hectáreas). En las 308 hectáreas de la finca, se dispuso de 15 pequeñas siembras para la caza (veza y cebada), se distribuyeron comederos y bebederos, se realizaron tareas de desbroce en zonas arbustivas y durante la primavera se llevó a cabo un control de predadores, incluyendo zorros, urracas y perros asilvestrados, siguiendo la normativa vigente. La caza se vedó y buena parte de estas tareas la llevó a cabo un guarda, pieza clave para el éxito del proyecto. También se realizaron varias translocaciones de conejo de monte dentro de la finca, dado que esta especie es clave para los ecosistemas mediterráneos y quizás su recuperación podía “ayudar” a la perdiz.
Según Vicente Gaudioso, que dirigió el proyecto, los censos realizados en primavera, verano, otoño e invierno iban mostrando cada año una mejora gradual de las poblaciones. Tras cinco años, la densidad de parejas se duplicó y en el año 2004 se alcanzaron, por cada 100 hectáreas, 12 parejas en primavera, 98 perdices en verano y 86 perdices en otoño, casi cinco veces más en comparación con 1995. El conejo también se recuperó, con densidades superiores a los 200 individuos por cada 100 hectáreas en los años finales del estudio, si bien la liebre no corrió la misma suerte por la llegada de la tularemia, enfermedad que diezmó sus poblaciones en la comarca de Tierra de Campos.
Para Carlos Sánchez, coautor del artículo, aunque no se llegó a establecer qué medidas de gestión fueron las más importantes, está claro que una gestión integral dirigida a la perdiz roja funciona, pero hay que darse 4-5 años de margen para comenzar a ver resultados. En este estudio, una inversión aproximada de unos 50€ por hectárea y año (siendo el gasto en guardería el más importante) se tradujo en la recuperación de la perdiz y el conejo, y además la finca albergó nada menos que 48 especies de aves propias de estos paisajes mesetarios (incluyendo 21 especies de rapaces).
Como conclusión, aquellos cotos que aún tienen perdices y quieren recuperarlas (al menos 2-3 parejas por 100 hectáreas), debieran centrarse en poner en marcha las medidas anteriormente descritas antes que realizar repoblaciones, intentando favorecer también al conejo de monte, cuya recuperación también puede ayudar a la perdiz.
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Referencia del artículo
Sánchez-García, C., Pérez, J.A., Díez, C., Alonso, M.E., Bartolomé, D.J., Prieto, R., Tizado, E.J., Gaudioso, V.R. 2017. Does targeted management work for red-legged partridges Alectoris rufa? Twelve years of the ‘Finca de Matallana’ demonstration project. European Journal of Wildlife Research. DOI: 10.1007/s10344-017-1083-8

Publicado en la web cienciaycaza.org.

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