La Plataforma en Defensa del Silvestrismo ha manifestado su contrariedad por el recurso de alzada la Resolución de Capturas del Silvestrismo 2017, emitida recientemente por la Consejería de Medio Ambiente, interpuesto por la Asociación de Agentes de Medio Ambiente de Andalucía.
Los silvestristas denuncian que esta asociación, «fiel a su estilo tendencioso y politizado», se posiciona así «con el ecologismo radical y contra los intereses de más de 10.000 andaluces» que practican una actividad totalmente legal.
«Ante la falta de rigor con que se expresa esta asociación en redes sociales en relación al recurso de alzada», tanto la Plataforma en Defensa del Silvestrismo como la Federación Andaluza de Caza expresan su sorpresa «ante la actitud politizada y parcial de una asociación corporativa que, lejos de cumplir con su vocación de servicio público a todos los andaluces, ha decidido abanderar los argumentos del ecologismo radical y antisilvestrista desde el desconocimiento y la desinformación».
Sólo así explican la interposición de un recurso basándose en unos argumentos «que no tienen en cuenta» que la Resolución de Capturas de Fringílidos para la temporada 2017 en Andalucía cumple «escrupulosamente» con las Directrices Técnicas del Silvestrismo emitidas por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (MAPAMA).
En este sentido, tanto la Plataforma en Defensa de la Caza como la FAC manifiestan «su rotundo apoyo» a la Consejería de Medio Ambiente por la publicación de una Resolución «que se ajusta, con total rigor, a la normativa vigente y que en ningún momento debería ser motivo de controversia por la actitud tendenciosa de una asociación al servicio de los intereses ecologistas, en lugar de al servicio de todos los andaluces, y que sirve como punta de lanza a las grandes asociaciones conservacionistas que hay detrás del movimiento antisilvestrismo».
Ante esta coyuntura, tanto la FAC como la Plataforma en Defensa del Silvestrismo han confirmado públicamente «su más firme voluntad» de continuar luchando en defensa de una modalidad «que no sólo es legal, sino que representa una importante tradición cultural en nuestra comunidad y que, además, favorece la conservación».
