6.000 cazadores vizcaínos y alaveses se han concentrado hoy en la bilbaína Plaza del Teatro Arriaga para demandar respeto para su afición, una actividad tradicional y muy arraigada en Euskadi, sin evitar duras críticas a la clase política, a la Administración y a organizaciones animalistas que pretenden prohibir la caza.
Convocados por las Federaciones Territoriales de Caza de Álava y Bizkaia, los alrededores del Arenal y del Teatro Arriaga eran ya antes de mediodía un hervidero para miles de personas provenientes del ámbito rural y defensoras de una actividad tan arraigada en Euskadi como es la caza tradicional. Junto a más de cuarenta ciudades españolas, Bilbao también se ha sumado a una intensa jornada de reivindicación de sus derechos, últimamente amenazados gravemente desde distintos frentes políticos, administrativos y animalistas.
Inició las intervenciones el vicepresidente de la Federación de Caza de Álava, Ismael Carro, señalando que “hoy somos más fuertes: aquí estamos los cazadores y representantes del mundo rural para defender una forma de entender la vida”. El dirigente alavés recordó que vienen tiempos electorales y que trabajarán “para conseguir que los políticos escuchen nuestras reivindicaciones”,
El presidente de la Federación de Caza de Bizkaia, Javier Barona, se preguntó “¿Quién dijo que la caza no tiene futuro?” ante una plaza abarrotada de gente, y recordó las reuniones mantenidas con las sociedades de caza vizcaínas, recogiendo una lista que presentarán al departamento de Sostenibilidad y Medio Natural, dirigido por Elena Unzueta. Barona criticó el cierre de la caza en zonas donde es legal su práctica, recordando que la federación “va a estar siempre con los cazadores”.
“La caza también vota”
Cerró las intervenciones Juan Antonio Sarasketa, presidente de la Asociación para la Defensa del Cazador y Pescador ADECAP, y fundador y presidente de honor de la Oficina Nacional de la Caza, ONC, a nivel estatal.
Sarasketa no ahorró críticas a la clase política en sus palabras. “Falta voluntad política” destacó, y recalcó que “La Administración es la que tiene la llave de todos nuestros problemas” recordando que en Euskadi “es la caza de los humildes”. Todas las trabas que se ponen por ejemplo a la prórroga de la paloma, o la llegada de cada vez mayores prohibiciones, ha conducido a que “todo el colectivo esté cabreado”. “Ni un solo político de primera línea defiende la caza” se quejó “ya no quieren saber nada con nosotros, desde que han llegado estos nuevos mesías de la Naturaleza” en referencia a alguna formación política y a entidades animalistas. “Algunos han pedido prohibir la caza en Euskadi; eso es una barbaridad”, lo que rebatió dando datos de dónde llegarían las poblaciones de jabalíes por ejemplo si no se cazara. Sarasketa aseguró que “este es un pueblo de cazadores”, como afición y modo de vida, además de contar “con el sector armero deportivo, el más importante de Europa. ¿Cerramos todo?”. El eibarrés recalcó que aunque “la caza no vende políticamente, la caza también vota” en un discurso aplaudido al unísono por las miles de personas asistentes en defensa de “una forma de entender la vida y la gestión del medio natural”.