Desestimada la demanda por daños a la agricultura contra el tecor orensano Allariz – Penamá, con una sentencia que le absuelve del pago de los 11.686 euros reclamados.
«No todos los días recibimos buenas noticias para los representantes de los tecores gallegos que injustamente se ven sometidos, en demasiadas ocasiones, a cuantiosas reclamaciones por daños a la agricultura provocados por especies cinegéticas», han indicado desde la Mesa Gallega de la Caza, tras lograr que el Juzgado de Primera instancia nº 2 de Orense haya desestimado la cuantía reclamada al tecor orensano y condenado a costas al demandante.
«En esta ocasión el buen hacer y el trabajo desarrollado por la junta directiva del tecor orensano Allariz –Penamá, encabezados por su presidente, Ramón Cid Fernández, obtuvieron recompensa», han añadido. «Ni que decir tiene que poco más se puede hacer desde las sociedades de caza que en todo momento están dispuestas a colaborar en la minimización de los daños que provocan las especies en el rural gallego».
La Mesa ha insistido en que los cazadores «siempre están y estarán» al lado de agricultores y ganaderos para en la medida de sus posibilidades contribuir al buen desarrollo de su trabajo en el campo.
«Si al final y a pesar de los esfuerzos de unos y otros se producen daños en las cosechas, desde la Mesa Galega por la Caza compartimos la necesidad imperiosa de resarcir a los perjudicados, pero nunca a costa de los cazadores y sociedades de caza gallegas, que lejos de ser el problema forman parte activa de la solución».
También han indicado que urgen cambios legislativos, liberar de responsabilidades a las sociedades de caza, el desarrollo del fondo de corresponsabilidad para cubrir los daños recogido en la Ley de Caza de Galicia, medidas de prevención y hasta la puesta en práctica de un nuevo modelo de gestión de las poblaciones de jabalí, «para entre todos minimizar al máximo los daños y garantizar la rentabilidad del sector primario en un rural gallego vivo».
Sentencias como la conocida hoy «ayudan a que la caza en Galicia siga manteniendo su carácter social a través de la figura de las sociedades de caza, que ven un hilo de esperanza ante la amenaza que supondría tener que hacer frente a ingentes cantidades de dinero del que carecen» y que las llevaría «irremediablemente» a su desaparición.
Desde la Mesa Gallega por la Caza han indicado que seguirán trabajando para que las sociedades de caza y los cazadores gallegos no sean ni los culpables ni los responsables de los daños que provocan las especies silvestres.
