Medio ambiente

La población estival de avutarda en Soria se mantiene estable

La Junta de Castilla y León ha realizado este verano, por cuarto año consecutivo, un censo de avutardas para mejorar el conocimiento de la abundancia y distribución de la población estival de esta ave en Soria. El estudio se llevó a cabo durante los días 10 y 11 de julio por ocho agentes medioambientales, que avistaron 278 ejemplares (todos ellos machos) a lo largo de 55.000 hectáreas de terreno. Se estima en más de 300 las avutardas que pasan el verano en la provincia.

Las avutardas llegan a Soria desde sus zonas de reproducción durante el mes de mayo y permanecen en la provincia hasta los meses de septiembre y octubre, cuando regresan de nuevo a sus zonas de cría situadas en Madrid y Castilla La Mancha. En su mayoría, las avutardas que se pueden ver en Soria son machos que, tras completar sus tareas reproductivas, abandonan sus zonas de cría para pasar la época estival en los campos de la provincia.

La metodología empleada ha sido idéntica a la realizada en los años anteriores, recorriendo los mismos trayectos y limitando el horario de censo entre las 7 y las 11 de la mañana. Se han muestreado 55.000 hectáreas, divididas en 12 polígonos de censo que se han agrupado a su vez en 6 grandes zonas diferenciadas.

Los agentes medioambientales realizaron 27 observaciones durante el censo, tanto de ejemplares aislados como en grupo, siendo el más numeroso de 42 individuos.

Campo de Gómara, la zona con más avutardas
De acuerdo con la información facilitada por la Junta de Castilla y León, las principales zonas de presencia de avutarda en época estival son el Campo de Gómara, que representa la mayor extensión de cultivos cerealistas de la provincia con altitudes comprendidas entre los 1.000 y 1.100 metros, y las zonas tipificadas como «noreste» y «sureste» de Almazán, separadas del Campo de Gómara y entre ellos por sierras menores. Estas extensiones cerealistas se caracterizan por su relieve plano y deprimido, producto del arrasamiento erosivo, dando lugar por su elevada altitud media a una altiplanicie o altimeseta separada geomorfológicamente de la meseta castellana. Otras zonas de menor extensión con querencia para las avutardas son los Altos de Barahona y, en menor medida, el Campillo de Buitrago y los Páramos de Layna.

Los censos anuales de la especie llevados a cabo por la Junta de Castilla y León en la provincia muestran que las mayores densidades de avutardas se encuentran en la zona occidental del Campo de Gómara, donde se ha llegado a contabilizar en estos años una densidad de 9,76 ejemplares/1.000 hectáreas. La distribución de la avutarda en esta zona queda delimitada de forma muy precisa, al oeste por el río Duero y al sur por el río Retuerto, desde su confluencia con el Araviana hasta su desembocadura en el Duero. En la parte este del campo de Gómara la distribución estival de la avutarda se sitúa al sur del Araviana, en el triángulo formado por las carreteras N-234 y la C-101. En los cuatro censos anuales realizados hasta la fecha, las densidades medias obtenidas en el Campo de Gómara occidental han sido de 8,53 ejemplares/1000 has, mientras que en el Campo de Gómara oriental las densidades medias resultantes han sido de 4,23 ejemplares/1000 has, justo la mitad que en la parte occidental. 

Los polígonos de censo con mayor densidad media obtenida en estos últimos cuatro años han sido el de «Cubo de Hogueras», con 10,80 ejemplares/1000 has; «Zamajón», con 9,51 ejemplares/1000 has, ambos ubicados en la parte occidental del Campo de Gómara, mientras que el polígono de «Cardejón», en la parte oriental del Campo de Gómara, ha sido el tercero con mayor densidad media, con 7,26 ejemplares/1000 has.

Los resultados obtenidos durante 2012 muestran que el 32% de los avistamientos se produjeron en terrenos incluidos en la Red Natura (15% en Altos de Barahona, 12% en Altos Campos de Gómara y 5% en Páramos de Layna). Otros resultados a destacar son la práctica desaparición del núcleo tradicional del sureste de Almazán, ya recogida en informes anteriores, y la presencia más o menos regular de avutardas en el Campillo de Buitrago y ZEPAs del Páramo de Layna. Durante este año también se ha observado un pequeño grupo de avutardas en los llanos de Castilruiz-Añavieja y en la ZEPA Cihuela-Deza.

En campos de girasol, barbechos y rastrojeras
Durante el censo se anotó el micro hábitat sobre el que se encontraban las avutardas en cada avistamiento. La mayoría de observaciones fueron en campos sembrados de girasol, ya que durante el nacimiento de las plántulas de girasol las avutardas consumen los brotes. Tras este periodo las aves pasan a frecuentar terrenos perdidos, barbechos o rastrojeras en busca de materia vegetal que les sirva de alimento. La presencia y el ligero aumento poblacional de la avutarda detectado en la provincia se pueden explicar gracias a la colaboración y tolerancia de los agricultores sorianos y al aumento de la superficie cultivada de girasol, propiciado, en parte, por las ayudas agroambientales destinadas a la plantación de girasol en terrenos incluidos en la Red Natura 2000.

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