Con motivo del fallecimiento de Ricardo Fernández Ortega, que fuera presidente de la Federación Madrileña de Caza durante los años 1989 a 1993, Antonio García Ceva, en representación de la Sociedad de Cazadores “Perros de Caza de Madrid”, ha remitido esta necrológica que a continuación reproducimos:
«Nunca me hubiera gustado comunicar una triste, muy triste, noticia al colectivo de cazadores y, sobre todo, a aquéllos, entre los que me encuentro, que tienen especial cariño por sus mejores amigos ‘no humanos’. No estoy manifestando ninguna metáfora, sino un sentimiento profundo y sincero que compartía una muy buena persona que hace menos de quince días nos ha abandonado para siempre. Los cazadores madrileños más veteranos, muchos seniors e incluso bastantes juniors que saborean y comprenden al mundo canino, conocían a D. Ricardo Fernández Ortega.
Fundador de la Sociedad de Cazadores “Perros de Caza” de Madrid y hacedor por su interés y empeño de poner en un alto lugar las pruebas y competiciones ‘perrunas’ de San Huberto, perros de caza y caza práctica, incluso durante el último decenio dando un empuje importante a las razas ‘levantadoras’, springel y cocker, ya no sólo en la Comunidad de Madrid, sino en la práctica totalidad de nuestra ‘piel de toro’.
A sus 84 años, parecía que todavía le quedaba mucho por enseñarnos, pero las fuerzas y el ánimo, en septiembre del pasado año, comenzaron a flojear de una manera acelerada. El pasado día 13 de abril ya no le fue posible asistir a ‘su prueba’, la puntuable organizada por la Sociedad Perros de Caza, en la que, precisamente, se le rindió homenaje por su trayectoria.
Aquéllos que tuvimos el placer de compartir jornadas de caza y de trabajo (presidió la Federación Madrileña de Caza de 1989 a 1993) pudimos apreciar, por añadido, sus cualidades de humildad y lealtad. Sí, realmente Ricardo fue una persona humilde y, en algunos momentos, silenciosa (mas si cabe, desde que enviudó), pero leal, sincera y entregada a su afición.
Nos despedimos de ti, Ricardo, y te tendremos en nuestra memoria como un muy buen hombre y un buen amigo de sus amigos, de los de ‘dos y de los de cuatro patas’; éstos, ya sabes, nunca te abandonan, salvo cuando fallecen, como a nosotros nos ha ocurrido contigo. Descansa en Paz, Ricardo y hasta siempre».