Armas y munición Internacional

.25-06 Remington: Un polivalente desconocido

25-06 Remington
El autor con un springbok cazado con un rifle del calibre .25-06 Remington.

El calibre .25-06 Remington es un desconocido para el cazador español, y a instancias de mi amigo Adolfo Sanz, que sabe que nosotros en 4 Aces Outfitters lo utilizamos frecuentemente en África, me animé a escribir este artículo, para dar a conocer algo sobre este versátil calibre.

25-06 Remington
«Su origen venía de coger una vaina del popular .30-06 Springfield y agolletar su cuello para alojar una bala más pequeña, del calibre 0.257».

Origen

El calibre había sido utilizado en el mundillo de la recarga artesanal en USA, desde hacía unos 50 años.

Su origen venía de coger una vaina del popular .30-06 Springfield y agolletar su cuello para alojar una bala más pequeña, del calibre 0.257 (en medida decimal cambiamos la bala de 7,62 mm por un bala de 6,5 mm).

Con esta bala más ligera y la misma carga de pólvora que aloja una vaina del .30-06 conseguimos un proyectil con mejores prestaciones.

En el año 1969 Remington toma este calibre que se utilizaba exclusivamente en este mundo muy exclusivo de la recarga de munición manual, y lo lanza al mercado de manera comercial, estandarizándolo, y llevando al mercado rifles recamarados para este calibre.

25-06 Remington
Corte en gelatina balística de la munición Barnes TSX de 100 grains del calibre .25-06 Remington.

Prestaciones

Este es un calibre extremadamente rápido.

Su principal ventaja es que al montar un proyectil más ligero que su predecesor el .30-06 (tan popular en España) consigue aumentar mucho su velocidad y su tensión, de modo que tiene una trayectoria muy plana.

Adicionalmente, hay que mencionar que tiene un retroceso realmente cómodo, haciéndolo adecuado para cazadores que no se sientan cómodos con rifles más potentes.

Las puntas que puede montar van de 100 hasta 120 grains. Un proyectil estándar de 117 grains sale en boca de cañón con 980 m/s, lo que le da una respetable energía de 3.400 julios.

La punta de calibre 0.25 (la punta de 6,5 mm) por su relación masa-longitud tiene un coeficiente balístico muy elevado, lo que hace que vuelen muy bien y su trayectoria sea sorprendentemente plana.

Como suele ser habitual, la munición comercial no va cargada con demasiado ‘picante’; cuando este calibre, en las tablas de recarga manual, permite incrementar la carga de pólvora, y conseguir mejores velocidades en boca de cañón.

En este calibre lo que para es la velocidad, por el shock hidrostático que le produce al animal.

«La punta de calibre 0.25 (la punta de 6,5 mm) por su relación masa-longitud tiene un coeficiente balístico muy elevado, lo que hace que vuelen muy bien y su trayectoria sea sorprendentemente plana».

Uso en la caza

En España este calibre no es conocido por los cazadores, a pesar de que en USA y en África se usa asiduamente para la caza de animales de tamaño medio (antílopes africanos, berrendos, ciervos de cola blanca, coyotes, etc.).

El proyectil de 120 grains a alta velocidad tiene suficiente pegada para dejar en el sitio a la mayoría de los animales a los que perseguimos habitualmente.

Ñu azul cazado con un rifle de calibre .25-06 Remington sin mayor problema.

En África es elegido frecuentemente para la caza de springboks y antílopes de pradera por su trayectoria muy plana, que le hace muy adecuado para tiros largos, sin necesidad de corregir demasiado. Sin embargo, algunos de nuestros clientes, completamente enamorados de las prestaciones del calibre han tirado animales mucho más grandes (como ñus, cebras, waterbucks…).

En USA tiene mucho renombre entre los cazadores de alta montaña, y con frecuencia se elige para cazar carneros o cabras de las Montañas Rocosas.

Normalmente son rifles más ligeros que los calibres mágnum, y eso se agradece en la caza de montaña. En España se le podría considerar un calibre ideal para la caza de machos monteses, rebecos y corzos, que por su talla son animales idóneos para ser cazados con proyectiles de estos pesos, con absoluta seguridad en que el resultado será perfecto.

Munición Hornady de 117 grains SST del calibre .25-06 Remington.

Si puede hacerse con un rifle recamarado en este calibre, no lo dude… cómprelo

Si tiene la oportunidad de hacerse con un rifle recamarado en este calibre, no lo dude… cómprelo y se lleva un arma excelente para poder hacer ‘trabajos’ de precisión a larga distancia.

No es un calibre mágnum, de modo que los rifles son más ligeros (llevan acción estándar) y el retroceso más moderado.

Estamos en España… y eso hará que todos sus compañeros de caza crean que su rifle «no mata» y «no para los bichos»… porque en España, lo que no es mágnum, o mejor aún ultra mágnum… no vale.

Tiene que tener la seguridad absoluta de que hay ‘técnicos’ en cada montería de España, que le explicarán con todo lujo de detalles que su rifle de calibre ‘raro’ mata menos que el Magnum de los demás.

Munición del .25-06 Remington.

Poca disposición de munición

El segundo hándicap que se encontrará en España es la cara de póker que le pondrá el armero de su pueblo cuando le pida tres cajas de munición en este calibre. Le pondrá todas las pegas del mundo que se le ocurran, porque no quiere hacer un pedido adicional al distribuidor de munición para tres cajas de balas… y tener que pagar los portes de esa munición. Él prefiere vender a todos con las balas de los tres calibres más comunes que son las que tiene en la caja fuerte, y no que aparezca el cliente que se ha comprado un calibre ‘rarito’. Es lo que hay…

Si aun así es usted, como yo, un enamorado de las armas y se anima a tirar con este calibre, tendrá en sus manos un gran calibre con el que poder disfrutar.

Un artículo de José María Aranda ([email protected] / 4 Aces Outfitters)

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