Armas y munición

En el punto de mira. Equipo para batida de jabalí en montaña.

Foto de Apertura

Subíamos hacia la Muezca, hacia la Taya, con un monte de hayas que se nos caía encima. Habíamos estado echando la Collada el Tayu y ahora tocaba el Llanes del Salgueru. El paso cansino, paradas cada diez metros y la mente intentando evadirse de la fatiga. Entre resbalones y sudor comencé a pensar en estas letras que ahora le llegan a usted. Cazar jabalí en batida en montaña es la modalidad más dura que se puede realizar en nuestro país, incluidos, por supuesto, los recechos ¿No se lo cree? Pues sí, lo es, categóricamente.

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Los Stutzen son cortos e, incluso, en algunos casos, ligeros. Si se decide por uno de ellos, el calibre estándar será lo más recomendable; su cañón quemará aún aceptablemente bien la pólvora de este tipo de cartuchos. En la imagen, Heym SR-21 Stutzen.

Piense que, a diferencia del resto de modalidades en la batida hay algo distinto, el tiempo. La premura por la colocación en las esperas para comenzar cuanto antes a montear, se debe a que es la única fórmula para poder hacer dos o tres echadas por jornada. El terreno es el mismo, muchas veces, donde luego recechamos rebecos, con la notable diferencia de que con ellos no nos apura nadie. La emisora va presionando al cazador, que tiene que subir lo más rápido posible para ocupar la postura. Algunas están a más de dos horas de camino, y eso, apurado, estará conmigo que es todo un reventón.

Analizado, es fácil adivinar que deberíamos medir a conciencia el peso de nuestro equipo, intentando, con ello, que la paliza sea más asumible. Lo ideal sería el rifle, las balas y el palo…pero, por desgracia, nunca es así, acabando como en mi caso, con una mochila que pesa mucho más de lo razonable. La cuestión es sencilla: ¿de qué podemos prescindir?

Rifle, óptica y cartucho

Entremos de lleno en la mayor de las dudas. Pues claro que se puede cazar en montaña con una escopeta… y con un arco. Lo que ocurre es que, siendo realistas, tal como cazamos hoy las posibilidades de lance son muy pocas.

El límite para la batida en montaña lo ponen los 8.5 mm, los .338.  Su mayor problema: el peso de las armas que los recamaran.  De izquierda a derecha, .338 Winchester Magnum, .338 Blaser Magnum, .340 Weatherby Magnum, .338 Remington Ultramag y .338 Lapua Magnum.
El límite para la batida en montaña lo ponen los 8.5 mm, los .338.
Su mayor problema: el peso de las armas que los recamaran.
De izquierda a derecha, .338 Winchester Magnum, .338 Blaser Magnum, .340 Weatherby Magnum, .338 Remington Ultramag y .338 Lapua Magnum.

Está claro que en todas las batidas hay algún puesto perfecto para cañones lisos, esas sendas que cortan la peña, esos pasos de riegas, pero si elegimos correctamente el rifle, también los vamos a cubrir con total seguridad. Y es que en la batida de montaña se da la circunstancia de tener que cubrir tiraderos muy dispares, muy cortos, en ocasiones, y larguísimos, en muchas otras.

El bajo número de cazadores permitidos por ley y las grandes extensiones de las manchas acaban por obligar siempre a tratar de sacar el máximo rendimiento a los rifles para acaparar mas terreno.

Dicho esto, queda claro que el rifle debe ser capaz de trabajar largo. Semiautomáticos y cerrojos son a priori la mejor opción, fundamentalmente porque recamaran cartuchos capaces de darnos lo que estamos buscando.

En principio nada habría que objetar a palancas y express, siempre y cuando sus cartuchos fuesen similares a los anteriores. Si usted me dice que caza con un doble del 7x65R o un .30 R Blaser, pues estupendo; si me dice que su palanquero es del .300 Winchester Magnum, fantástico; pero, ahora bien, si lo que tira es un 9,3×74 R o un .444 Marlin, la verdad ya me gusta mucho menos. Posiblemente, habrá muchas ocasiones en las que este tipo de cartuchería le podrá dar buenos resultados, pero categóricamente no es lo recomendable.

Lo ideal son cartuchos estándar o magnum, con diámetros entre los 6,5 mm y los 8,5 mm. Cartuchos como el .257 Weath. Mag., 6,5×65, 6,5×68, .264 Win. Mag., los .270 Win., WSM, Weath. Mag., los 7×64 y 7×65 R Brenneke, 7 mm-08 Rem, 7 mm RM, 7 mm WSM, 7 mm RUM, .308 Win., .30-06 Sprgf, los .300 Win. Mag., WSM, Weath. Mag., RUM, los 8×57 JS y JRS, el 8×68 S o los .338 Win. Mag…y todos los restantes de características similares.

Si para a reflexionar un instante sobre la cartuchería que le acabo de enumerar, se dará cuenta que son, sencillamente, los cartuchos habituales en caza mayor media, exceptuando a los 6 mm y a los 9,3.

Posiblemente, no estaría del todo mal haber incluido al .243 Win, 6×62 Freres o al .240 Weath. Mag. Su distancia de uso les permite cubrir bien los puestos largos. pero deberemos estar muy seguros de lo que traemos entre manos, de la carga que utilicemos y de nuestra propia capacidad personal como tiradores.

Al lado opuesto se encuentran los 9,3×62 Mauser y 74 R. Puestos medios y cortos les vienen bien, los lejanos son su agonía. A la tremenda modificación el altura que tendremos que hacer se une la necesidad de asumir un adelanto que escapa a lo que el tirador de rifle pude digerir. Ello me hace obviarlos, no recomendarlos, en una modalidad con tantas posibilidades de disparos a cierta distancia, su elección no me parece la mas adecuada.

Cartuchos habituales en otras modalidades de acoso, como los 9,3 x62 Mauser, pierden su batalla frente a la montaña. El problema de estas batidas es que no siempre está asegurada una distancia corta o media del puesto. En multitud de ocasiones nos veremos obligados a cubrir grandes extensiones de tiradero. Ante ellas, este tipo de cartuchería se vuelve frágil, pierde su encanto. No es sólo la corrección absolutamente inasumible que tenemos que hacer, es también lo estridente del adelantamiento.
Cartuchos habituales en otras modalidades de acoso, como los 9,3 x62 Mauser, pierden su batalla frente a la montaña. El problema de estas batidas es que no siempre está asegurada una distancia corta o media del puesto. En multitud de ocasiones nos veremos obligados a cubrir grandes extensiones de tiradero. Ante ellas, este tipo de cartuchería se vuelve frágil, pierde su encanto. No es sólo la corrección absolutamente inasumible que tenemos que hacer, es también lo estridente del adelantamiento.

Cómo tiene que ser el rifle

Pues bien, ya tenemos los cartuchos y los sistemas, aunque una vuelta más no vendrá mal. ¿Cómo tiene que ser el rifle? Pues el más ligero posible. ¿Ha visto cómo son los rifles de montaña? Pues eso, con la diferencia de que no vamos a recechar y el disparo va a ser, generalmente, en movimiento.

Estamos ante una cuestión simplemente de peso y de nada nos servirá llevar un cartucho que mate de maravilla tanto a 10 metros como a 300, si cuando nos vemos subiendo hacia la Muezca nos duelen hasta las pestañas y sentimos como nos entierra.

Durante muchos años cacé con mi Weatherby MK-V Deluxe .270 Weath. Mag. No había vez que bajase de cazar que durante dos o tres días los hombros no estuviesen como si me hubieran estado pegando con una palanca; pero, claro, 3,7 kilos del rifle, y otros 900 gramos entre visor y monturas, supone haber estado tirando de casi 5 kilos.

collage armas
Las nuevas tendencias en rifles de montaña se adaptan como un guante a estas batidas, siempre que el cartucho recamarado sea el adecuado. Cañones largos y finos, acanalados, acero inoxidable y culatas sintéticas conforman armas muy livianas y con altísimas prestaciones. En la imagen, un Browning A-Bolt Titanium .270 WSM (izqda.) y un Sako 85 Finnligth.

Lo ideal serían armas que rondasen, como mucho, los 3,3 kilos. Piense que luego, equipada con visor y monturas, se va a ir otros 600 gramos arriba, acabando con suerte en algo menos de 4 kilos. Todo lo que se pueda bajar de ahí, bienvenido sea.

Encontramos, no obstante, varias trabas que nos empujan a unos u otros, como son las longitudes de cañón, el retroceso de cartuchos mágnum en armas ligeras o los visores válidos para cubrir distancias largas. Una muy buena opción son los calibres estándar, rifles recamarados en un .270 Winchester, un 7×64 o un .30-06 Sprg., montando un visor del tipo 3-12 y estando correctamente regulados, nos permite cubrir cómodamente distancias de 250 a incluso 300 metros, con un solo problema, ser capaces de apuntar, no olvide que la caza va a ir normalmente en movimiento. Bueno, quieto, pongamos las cosas en su sitio.

El gran problema de los cartuchos potentes es el peso que suelen tener sus armas. En este caso, mi .300 Weath Mag fue customizado para que finalmente el peso total no sobrepasase esos 4 kilos, quedándose en 3,8 con visor incluido.
El gran problema de los cartuchos potentes es el peso que suelen tener sus armas. En este caso, mi .300 Weath Mag fue customizado para que finalmente el peso total no sobrepasase esos 4 kilos, quedándose en 3,8 con visor incluido.

Con uno de los cartuchos anteriores irá bien armado; ahora bien, para cubrir cualquier circunstancia un 7 mm RM o un .300 Win. Mag. aún irán mejor, aunque también es verdad que los rifles suelen ser más pesados y grandes. El ejemplo puesto con estos dos cartuchos es simplemente por su difusión, el resto de los mágnum que nombre pueden desarrollar un trabajo similar e incluso mejor. Sobra decirlo hablando de lo que hablamos, pero nunca olvide, si desea uno de ellos, controlar bien su peso; le aseguro que de no hacerlo acabará arrepintiéndose.

Bien mirado, un paso hacia delante en este sentido llegó precisamente con los mágnum cortos, Winchester Short Magnum, Remington Short Action Ultramagnum y Ruger Compact Magnum. Como bien sabe usted estamos ante prestaciones de mágnum en armas compactas. Tanto en semiautomáticos como en cerrojos se fabrican para ellos armas que cubren todas las especificaciones deseables en un rifle de batida en montaña. Continuará

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Los cartuchos mágnum cortos, como los Winchester Short Magnum, se amoldan como un guante a esta modalidad. La capacidad de ofrecer armas compactas con altas prestaciones es sencillamente el objetivo al que debe aspirar el cazador de jabalí en batida de montaña.
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Los rifles de palanca y express, a no ser que estén recamarados para cartuchos similares a los recomendados en semiautomáticos o cerrojos, no son aconsejables. Sus carencias respecto a la distancia de uso los hacen excesivamente críticos.
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Un buen semiautomático es una opción muy seria. Montando un visor con potencia suficiente, cubre sin problemas puestos largos, con una agilidad superior en puestos cortos.
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Pocos lances hay tan emocionantes como el jabalí con perros de rastro en alta montaña, y además, si tienen la suerte que tuvo ese día Abel, pues ni le cuento…
La echada de Les Llanes del Salgueru en Contorgán, Reserva Regional de Caza de Caso.
La echada de Les Llanes del Salgueru en Contorgán, Reserva Regional de Caza de Caso.

Por: Miguel Coya

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