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Presentado el Mauser M-12

El pasado miércoles 19 de junio, la prensa especializada fue convocada en el campo de tiro de Cantoblanco por la empresa Excopesa, distribuidora para nuestro país de la conocida armera Mauser.

El motivo, presentarnos la novedad en cerrojo de cuatro movimientos. Tras un repaso por algunos modelos anteriores como el M-98 o el  M-03, ambos actualmente en producción, toca el turno al nuevo modelo.

Realmente el M-12  es una inmersión del fabricante alemán dentro de las armas prácticas, desapareciendo cualquier detalle superfluo que pueda encarecer el producto final. Se ha optado por ofrecer una gran relación calidad/precio, en un arma sencilla y, sobre todo, práctica. Su perfil obedece a un esquema de rifle cazador “sin más”, con una culata de nogal con lomo recto y carrillera en el modelo estándar, desapareciendo incluso este último elemento en la versión sintética, el Extreme. 

Su puntal redondeado y el pistolet semitendido recuerdan a los modelos clásicos americanos, seguidores fieles de las “armas para el cazador”. Siguiendo esta doctrina, acumulan el detalle que más me gusta, rebajando la longitud de cañón, tanto en estándar como en mágnum, que viene a ser ahora de 56 y 62 cm, respectivamente, haciendo del M-12 un rifle tremendamente manejable.

Su peso, entorno a los 3,1 o 3,2 kilos, no hace más que completar el esquema marcado. El cerrojo con 6 tetones en cabeza, acerroja directamente en el cañón, con solo un giro de 60 grados. El seguro es de aleta y de tres posiciones, haciendo un guiño a su abuelo, el M-98.

Su disparador es directo, con una salida entorno a unos 900 gramos. Su cargador, de petaca extraíble de gran capacidad, 5+1 en estándar, 4+1 en magnum, pudiendo llenarse desde arriba gracias a la gran ventana que incorpora la acción. Ya en cancha, disparamos a 50 metros tanto con el modelo estándar como con el Extreme. Los calibres elegidos son .270 Winchester, .30-06 Sprf y .338 Win Mag. La precisión es notable, cerrando todos los grupos hasta tocarse los impactos.

La óptica montada, Zeiss, ayuda a ello, dejando claro que la culata recta permite un encare muy natural. El equilibrio es notable traduciéndose en una buena atenuación del retroceso.

Finalmente disparo con un M-03 Target en .308 Winchester, dejándome asombrado. En una diana usada, decido tirar al número 8 para diferenciar mis impactos del resto. Tras tocarlo en el primero, tiro entonces al agujero, pasando por el mismo sitio los otros dos disparos. Los 16X y el bípode está claro que me ayudaron a hacerlo.

 

En tiempos como los que corren, el Mauser M-03 viene a demostrar que se puede ofrecer al cazador un rifle de la máxima calidad, alabada por una marca tan prestigiosa, a un precio competitivo. Ahora sólo toca colgarse el M-12 y salir a cazar.

 

Por Michel Coya

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