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«Perdices Jabalquinto» estará en Ibercaza

 

Fiel a su tradición y a su clientela, “Perdices de Jabalquinto”, estará presente en IBERCAZA, la feria de la caza más importante al sur de España. Desde aquí , Julio y María dan el pistoletazo de salida a la venta de sus archifamosos pájaros de reclamo. Los mejores ejemplares, ya han sido recogidos de los voladeros donde después de la primera selección se han ido sociabilizando, a base de ver a diario a Julio, a María y a sus hijos que entran en los voladeros para aportarles comida y confianza. De esta forma los ejemplares seleccionados, van asimilando que la presencia del ser humano está relacionada, con algo positivo, en este caso la comida o las golosinas en forma de trigo, simiente de rábanos o un puñado de higos. De esta forma cuando los garbones llegan a las jaulas, ya han superado el primer escollo para ser un buen reclamo. Han dejado de mostrarse ariscos para ser nobles y cuando ven a su propietario en lugar de reaccionar de manera pendenciera , esperan recibir una golosina tranquilos y sin perder las formas.

Dentro del mundo cinegético, Jabalquinto, este pequeño pueblo de la provincia de Jaén, se hizo conocido gracias a la actividad de Julio y María. Algún día hablaremos con su alcalde, para proponerle un reconocimiento a este matrimonio que tanto ha dado en beneficio de la caza de la perdiz con reclamo y que con su abnegación por el cuidado y desarrollo de unos ejemplares puros y cualificados para su actuación en el repostero, han conseguido que su pueblo sea conocido y visitado por cazadores de toda España, en busca de ese pájaro que todos alguna vez hemos soñado y que muchos han conseguido gracias a los desvelos de esta pareja enamorada de esta particular modalidad de caza.

Empezaron, consagrando una línea genética espectacular y difícil de igualar, los famosos “Rubios de Jabalquinto”. Estos pájaros recibieron el bautismo como rubios, porque procedían de perdices de campo, de una zona donde los inmensos olivares tienen una tierra casi blanca, lo que hizo que las perdices que allí vivían tuvieran que adaptarse al medio, llevando el colorido de su librea a un color rubio ceniza. De aquí partió la selección originaria y con años, mantenimiento de línea, sacrificio de los que no mantenían la pureza original, y muchos cuidados a través del tiempo pudieron poner en jaula a los pájaros que hicieron las delicias de tantos aficionados. Como es lógico aparecieron algunos imitadores que con perdices de color rubio, querían dar el pego al comprador. Lo importante no es el color , sino la selección y el trabajo de años, que no se puede imitar en cuatro días. Tampoco es lo mismo el precio de un Ferrari que el de un Seat 127, aunque los dos tienen ruedas.

Con el tiempo, Julio y María se propusieron hacer lo mismo con una línea de perdices más generalista, perdices de las de siempre. Pero preocupándose de las líneas y los encastes como si se tratara de una ganadería de reses bravas. Apartando lo menos bueno y dando prioridad a los ejemplares con una línea genética y unas características más adecuadas para criar buenos reclamos.

Solo enjaulan el producto que ha nacido en su casa, reservando los mejores para padrear al año siguiente. Así han conseguido una segunda línea de pájaros que empiezan a competir seriamente con los “Rubios”. Ahora podemos hablar de los pájaros de Jabalquinto como un marchamo de calidad. Aunque es un poco injusto. Las perdices que crían esta familia deberían llamarse “Los pájaros de María y Julio” porque esto es lo que les aporta una realidad en sus genes que los hace insustituibles. En realidad lo de menos es el terreno donde han nacido, lo verdaderamente importante es la selección que a través del tiempo han hecho sus cuidadores, consiguiendo tener unas parejas reproductoras de las que se podrían obtener mil imágenes para mil carteles, y mil lances para mil relatos.

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