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De caza menor en mano con la equipación de Solognac (I). Munición

La primera perdiz se arrancó: ¡Poum! ¡Poum! Traseros los dos. Quizá es que era la primera de la temporada (disculpa de mal cazador). Guardé rápidamente las vainas en el compartimento correspondiente del chaleco, y de la canana de éste saqué otros dos cartuchos, uno de cada lado, de 34 gramos y de 7ª para el cañón derecho de la paralela, y otro de 36 gramos de 6ª –antes de que me llame borrico, amigo lector, déjeme explicarme más adelante– para el izquierdo. Los dos L900 de Solognac, Confort el de 7ª e Impact el de 6ª.

Antes de seguir cazando, déjenme que les explique lo de la cartuchería elegida. Al principio de temporada para cazar en Mochares (Nambroca, Toledo), sobre todo perdiz, conejo y faisán, yo hubiera escogido cartuchos de 7ª de 32 gramos de la series M o L para el cañón derecho y de la L para el izquierdo, aunque como normalmente en mano se tira menos que en ojeo, los de 34 gramos no van mal. La serie M de Solognac tiene un alcance óptimo hasta 25 metros y la L hasta 30, más que suficiente. Normalmente no hace aún frío y los volátiles no tienen todavía ‘apelmazado’ el plumaje como en invierno que además tienen más plumón.

Para más adelante, cuando el frío vaya apretando, personalmente en el izquierdo prefiero 6ª, de la serie L, claro, pero no necesariamente el Impact (L900), que es de 36 gramos aunque de una fuerza de penetración insuperable, podría ser perfectamente el L100 de 32 gramos; y, al igual que a principios de temporada, el de 34 gramos puede ser también válido.

Tiré las primeras perdices en ‘Mochares’ con el cartucho Solognac L900 Impact de 36 gramos en el cañón izquierdo de la paralela.

El caso es que el de 7ª L900 Confort de 34 gramos (de 16 mm de culote) para el cañón derecho me pareció perfecto, pero también quería probar uno de 6ª para el izquierdo, y se me fueron los ojos al L900 Impact (25 mm de culote), sin acordarme que sólo está disponible en 36 gramos.

Como siempre en este coto, había mucha caza para elegir, decidí tirar todos los conejos y faisanes (estuve lentísimo con los primeros –sin llegar a tirarlos– y no tuve suerte con los segundos) y sólo a esas perdices que se arrancan como centellas para probar la eficacia de la cartuchería.

Fidel Santos (Captiva), Antonio López Espada (Club de Caza) y Leonardo de la Fuente (Radio Marca) hicieron unas perchas estupendas en ‘Mochares’ con los cartuchos Solognac L900 Confort de 7ª.

Después de no poco trajín por fin adelanté adecuadamente la mano a aquel bólido volante, y como la perdiz ya iba larga, intuitivamente tiré primero con el izquierdo, ¡pufff! No hizo falta más, el efecto del L900 Impact de 6ª y 36 gramos fue devastador. Desde entonces coloqué dos de 7ª en ambos cañones, para comprobar que si el cazador cumple, el cartucho también, el título ‘Confort’ no parece baladí, ya que mi hombro no sufrió la ‘resaca’ posterior habitual cuando disparo tanto, por mucho que fuera caza en mano. Eso sí, hay que mejorar la puntería, porque mi percha fue un tanto exigua comparada con la de los compañeros, que normalmente tiraron con 7ª y bajaron muchas perdices, bastantes conejos y no pocos faisanes, y con los que hablé quedaron muy satisfechos del comportamiento del cartucho Solognac.

Cartuchos elegidos para las siguientes cacerías en mano.

No contento con esta primera cacería, probé poco después en otros cotos a cazar en mano con cartuchos estándar Solognac, escogiendo en esta ocasión el L100 del 7.5 de 32 gramos (culote de 10 mm) para el cañón derecho y el L100 de 7ª de 34 gramos (culote de 12 mm) para el izquierdo. El primer día, mucha brega y poca suerte, dos torcaces que se arrancaron de sendas encinas no son suficiente para sacar conclusión alguna. Sólo comentar un pequeño detalle, la primera cayó cuando volaba ya a cierta distancia con el L100 del 7.5.

Con el L100 de 7.5 de 32 gramos en el derecho y el L100 34 gramos en el izquierdo.

El segundo día, sin embargo, hubo perdices y mejoró la puntería respecto a Mochares. Perfecto, algunas con el primero (recordar que era un 7.5) y otras, ya largas, sin problema alguno con el segundo; y las que se fueron claramente fue por falta de destreza cinegética. Cartuchos suaves y efectivos, y el hombro, de nuevo, no se resintió después.

Turno para la indumentaria y el calzado, pero será tema para la segunda parte de esta cacería en mano con Solognac.

Un artículo de Adolfo Sanz

Gama de cartuchos Solognac.

 

 

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