Las brumas del Duero

Las brumas del Duero

Por los caminos de la rehala

Conservar la rehala después del arraigo alcanzado con su uso en la Península en una modalidad tan nuestra como es la montería española, puede que sea imposible. Considerar la rehala solamente como actividad económica se apunta, a mi juicio, a todas luces inviable, que es lo que parece se pretende con su fiscalización y control. Que nuestros rehaleros y auxiliares en la montería queden sujetos a peonadas me suena a disparate, exigir que se den de alta en el Régimen General de la Seguridad Social, documentando ingresos y cotizando en una actividad primigenia y llena de una contenido pasional y de libertad, me parece, cuando menos, absurdo.