La Asociación Española de Organizadores de Monterías (AEOM) ha enviado un escrito al Exmo. Sr. ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, D. Luis Planas, así como a las consejerías de agricultura o con competencia en materia de caza de las CCAA de Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha, Castilla y León y Comunidad Valenciana en el que les traslada su preocupación por la seguridad en las monterías y batidas, y les recuerda la responsabilidad y experiencia que deben asumir y constatar quienes de forma comercial se dedican a la organización de cacerías bajo estas modalidades, en las que se moviliza a decenas de cazadores con armas de fuego que deben apostarse en el monte con total seguridad y de forma profesional, garantizando así el buen desarrollo de las jornadas de caza y el trabajo seguro del personal que entra en el monte cazando con las rehalas.
AEOM propone la implantación de la figura del Organizador Profesional de Monterías y/o el carné de organizador profesional de monterías
Organizar estas monterías y batidas con conocimiento en la materia y máxima seguridad en los puestos para evitar los desgraciados accidentes que todos los años se producen a lo largo de la temporada es el principal objetivo de esta misiva a la Administración, proponiendo para ello que se acredite la experiencia suficiente en materia de organización cinegética a través de la implantación de la figura del Organizador Profesional de Monterías y/o el carné de organizador profesional de monterías, instrumentos que ayudarán a profesionalizar el sector, lo harán más transparente, y dotará a la actividad de mayor seguridad, que es lo principal que debe ofrecerse a un cazador que va a empuñar un arma para practicar la caza.
El escrito, que ha sido elaborado por el Servicio Jurídico de AEOM, capitaneado por Santiago Ballesteros, emplaza a las distintas Administraciones a mantener con la Asociación Española de Organizadores de Monterías cuantas reuniones consideren necesarias para regular y establecer esta nueva figura dentro de la montería comercial, que sin duda beneficiará al sector y dará mayor tranquilidad a los cazadores, al colectivo de profesionales cinegéticos, y a la propia Administración.
Y es que en materia de caza, la seguridad es lo primero.
